La presión sobre el Gobierno central se intensifica a medida que se acerca la fecha límite para el cumplimiento del Estatuto de Gernika. En un reciente pleno de control en el Parlamento Vasco, el lehendakari Imanol Pradales ha hecho un llamado urgente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para que acelere el traspaso de competencias pendientes a Euskadi. Este reclamo se produce en un contexto donde el tiempo es un factor crítico, ya que el 31 de diciembre se aproxima rápidamente y con él, la necesidad de cerrar el capítulo del Estatuto de Gernika que ha estado en el aire durante casi medio siglo.
Pradales ha subrayado la importancia del Estatuto de Gernika como un pilar fundamental para el desarrollo y bienestar de la sociedad vasca. En su intervención, el lehendakari recordó que, a pesar de los avances logrados en el último año, aún queda un largo camino por recorrer. «No es suficiente», afirmó, enfatizando que el compromiso del Gobierno español debe materializarse en acciones concretas y rápidas.
### La Oportunidad Histórica de Pedro Sánchez
El lehendakari no escatimó en palabras para describir la situación actual. «Pedro Sánchez tiene una oportunidad histórica de hacer lo que no han hecho los presidentes anteriores: cumplir el Estatuto de Gernika en su totalidad y pagar la deuda con nuestro país», declaró desde la tribuna del Parlamento. Este mensaje no solo es un llamado a la acción, sino también una advertencia sobre cómo la historia recordará a Sánchez en función de su capacidad para cumplir con los compromisos adquiridos.
Pradales ha instado a Sánchez a reflexionar sobre cómo desea ser recordado por el pueblo vasco: como un presidente que cumplió con sus promesas o como uno más en la larga lista de quienes no lo hicieron. Este planteamiento resuena en un contexto donde la política de transferencias ha sido un tema recurrente y polémico en la relación entre Euskadi y el Gobierno central.
La presión sobre el presidente se intensifica no solo por el paso del tiempo, sino también por el creciente descontento en la sociedad vasca ante la falta de cumplimiento del Estatuto. Pradales ha señalado que es incomprensible que, tras 46 años de su aprobación, aún queden competencias por transferir. En este sentido, el lehendakari ha reiterado que el compromiso de Sánchez debe traducirse en acciones concretas y en un ritmo más ágil en las negociaciones.
### Avances y Desafíos en la Transferencia de Competencias
En el último año, se han dado pasos significativos en la transferencia de competencias, con un total de diez áreas en proceso de traspaso. Sin embargo, Pradales ha dejado claro que estos avances no son suficientes para satisfacer las expectativas de la sociedad vasca. La consejera de Autogobierno, quien actúa como principal interlocutora en las negociaciones con Madrid, ha mantenido encuentros regulares con el Ministerio de Política Territorial para avanzar en este proceso.
La situación actual pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más proactivo por parte del Gobierno español. Pradales ha enfatizado que el cumplimiento del Estatuto de Gernika no es solo una cuestión de política, sino una cuestión de justicia histórica para el pueblo vasco. La falta de cumplimiento ha generado un sentimiento de frustración y desconfianza que podría afectar la relación entre Euskadi y el Gobierno central en el futuro.
El lehendakari ha expresado su confianza en que Sánchez cumplirá con su palabra, pero también ha dejado claro que la responsabilidad recae en el presidente. «En su mano está», ha afirmado, subrayando que la oportunidad de cerrar este capítulo histórico no debe ser desaprovechada. La presión sobre el Gobierno central se intensificará en los próximos meses, y la sociedad vasca estará atenta a los movimientos que se realicen en este sentido.
La situación actual es un reflejo de las complejidades de la política española, donde las promesas y los compromisos a menudo se ven afectados por la dinámica del poder y las prioridades de los diferentes gobiernos. Sin embargo, la voz del lehendakari Imanol Pradales resuena con fuerza, exigiendo un cambio en la dirección de las negociaciones y un cumplimiento efectivo del Estatuto de Gernika. La historia está observando, y el tiempo corre en contra de aquellos que no cumplen con sus promesas.
