En los últimos años, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España ha experimentado un notable aumento, alcanzando niveles históricos que han suscitado un amplio debate sobre la presión fiscal en el país. Según los datos más recientes, el tipo medio del IRPF ha llegado a cifras sin precedentes, lo que plantea interrogantes sobre la equidad del sistema tributario y su impacto en los contribuyentes.
### Evolución del Tipo Medio del IRPF
Desde que se tienen registros en 1995, el tipo medio del IRPF ha mostrado una evolución marcada por altibajos. Sin embargo, a partir de 2019, se ha observado un incremento significativo, pasando del 12,7% al 14,4% a finales de 2024. Este aumento no parece ser una tendencia pasajera, ya que se prevé que en 2025 el tipo medio podría superar incluso el 14,4%. Este fenómeno se debe a varios factores, entre los que destacan la mejora de los salarios y pensiones, así como la falta de deflactación de la tarifa para ajustarla a la inflación.
Los datos indican que, a finales de 2024, el tipo medio aplicado a los salarios fue del 17,1%, mientras que las pensiones soportaron un tipo medio del 10%. Por otro lado, las rentas del capital, que incluyen ingresos por alquileres y ganancias patrimoniales, enfrentaron un tipo medio del 19%. Estos porcentajes son los más altos registrados hasta la fecha, lo que pone de manifiesto la creciente carga fiscal que soportan los contribuyentes.
La Agencia Tributaria ha destacado que, a pesar de la presión fiscal, se ha implementado una rebaja histórica de 5.000 millones de euros para las rentas más bajas. Sin embargo, la tendencia general sigue siendo de aumento en la recaudación del IRPF, que hasta abril de 2025 representó el 45,8% de los ingresos tributarios, superando el 43,9% del año anterior. Este crecimiento se produce en un contexto donde también se ha incrementado la recaudación del impuesto de sociedades, que generó 39.000 millones de euros en el último año.
### La Progresividad y la Concentración de Renta
Uno de los aspectos más relevantes del IRPF es su progresividad, que se ha visto afectada por la inflación y la falta de ajustes en la tarifa. La progresividad en frío, como la han denominado algunos expertos, se refiere a la situación en la que los contribuyentes ven aumentar sus bases imponibles sin que se ajuste el tipo impositivo a la inflación. Esto ha llevado a que, aunque el impuesto no haya cambiado, la recaudación haya aumentado significativamente. Según Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, si no se hubiera producido este aumento en el tipo medio, se habrían dejado de recaudar 13.765 millones de euros en el último año.
Además, la concentración de la renta también es un tema preocupante. Según datos de la Agencia Tributaria, en 2021, el 6,8% de los declarantes con mayores ingresos soportaba el 52,7% de la cuota del IRPF. Esto indica que una pequeña parte de la población está generando una gran parte de la recaudación, lo que plantea interrogantes sobre la equidad del sistema fiscal. A pesar de que las rentas han mejorado en todos los tramos, las rentas más altas han crecido a un ritmo más acelerado, lo que ha contribuido a un aumento de la desigualdad.
La base imponible del ahorro también ha mostrado un crecimiento notable, aumentando un 16,7% en 2021, en comparación con un incremento del 7,3% en la base imponible del trabajo. Este fenómeno ha llevado a que el 0,6% de los declarantes acumule casi la mitad de las rentas del capital, lo que resalta la concentración de riqueza entre los contribuyentes más adinerados.
El Gobierno ha defendido su gestión fiscal, argumentando que la recaudación ha aumentado debido a un récord de empleo y al crecimiento de la economía española. Sin embargo, la pregunta sobre si España es realmente un «infierno fiscal» persiste. Según datos de la Unión Europea, España ocupa la novena posición en términos de presión fiscal, situándose por debajo de la media de la zona euro, lo que sugiere que la percepción de un sistema fiscal opresivo podría no ser del todo precisa.
La situación actual del IRPF en España refleja una compleja interacción entre la evolución de las rentas, la presión fiscal y la progresividad del sistema tributario. A medida que el país continúa enfrentando desafíos económicos y sociales, la discusión sobre la equidad y la sostenibilidad del sistema fiscal se vuelve cada vez más relevante.
