La ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat ha generado un intenso debate en la sociedad catalana, donde se han cruzado opiniones técnicas y emocionales. En una reciente intervención, el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, expresó su frustración ante lo que considera una «futbolización» del debate, donde muchos se sintieron con derecho a opinar sobre aspectos técnicos que, según él, deberían ser discutidos por expertos. Lucena subrayó que este tipo de discusiones han alargado innecesariamente el proceso de ampliación, que ahora cuenta con un acuerdo de inversión de 3.200 millones de euros.
La ampliación, que contempla un aumento de 500 metros en una pista existente, ha sido objeto de críticas y preocupaciones, especialmente en lo que respecta a su impacto medioambiental. Sin embargo, Lucena defendió que las medidas propuestas compensarán adecuadamente cualquier efecto negativo y se llevarán a cabo de manera cuidadosa. La importancia de contar con el apoyo de la sociedad civil fue también mencionada por Maite Gutiérrez, quien destacó que el interés general de Aena se alinea con el de Barcelona y Catalunya.
### La Licitación del Nuevo Plan Director
En el marco de la ampliación, Aena ha anunciado la inminente publicación de la licitación técnica para el desarrollo del nuevo plan director del aeropuerto, con un presupuesto de salida de 4,45 millones de euros. Este monto es significativamente mayor al habitual, lo que refleja la complejidad del proceso ambiental que se debe seguir. Se espera que los estudios para la tramitación y aprobación del plan comiencen en el segundo trimestre de 2026, con la meta de que el plan sea aprobado a finales de 2029. Una vez aprobado, se iniciarán las obras para ampliar la pista, que se espera estén listas para 2033 o 2034.
El aeropuerto de Barcelona actualmente opera por encima de su capacidad técnica, que es de 55 millones de pasajeros anuales, y se estima que cerrará el año con 58 millones de viajeros. Esta situación ha llevado a Lucena a abogar por un incremento en los vuelos intercontinentales, que están viendo un aumento en la demanda. La estrategia de enfocarse en vuelos de largo alcance no solo busca aumentar el volumen de pasajeros, sino también mejorar la conectividad, ya que estos vuelos suelen ser más grandes y pueden alimentar otras rutas.
### Desafíos y Oposición en la Gestión Aeroportuaria
Uno de los temas candentes en el debate sobre el aeropuerto es la propuesta de algunos partidos catalanes para tener un mayor control en la gestión de los aeropuertos de la región. Lucena ha sido claro en su rechazo a esta idea, aunque ha reconocido que existe espacio para una mejor coordinación con los territorios, siempre dentro del marco regulador y la estructura híbrida público-privada que caracteriza a Aena.
El consejero delegado de Aena también se ha visto envuelto en una controversia con Ryanair, que ha amenazado con recortes de plazas y otras medidas en respuesta al incremento de tasas aeroportuarias. Lucena acusó al CEO de Ryanair, Michael O’Leary, de «mentir» sobre la situación, lo que ha añadido más tensión a la relación entre la aerolínea y Aena. La situación se complica aún más con la presión política que se ejerce sobre el tema de las tasas, donde el Partido Popular ha intentado frenar cualquier aumento.
La situación del aeropuerto de Barcelona-El Prat es un reflejo de los desafíos que enfrenta la infraestructura aeroportuaria en un contexto de creciente demanda y preocupaciones medioambientales. La ampliación, aunque necesaria, debe ser gestionada con cuidado para equilibrar el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental. A medida que se avanza en el proceso, será crucial mantener un diálogo abierto y constructivo entre todas las partes interesadas, desde los expertos técnicos hasta la sociedad civil y los actores políticos.
La complejidad de la situación actual exige un enfoque que priorice no solo el crecimiento del aeropuerto, sino también la calidad de vida de los ciudadanos y el respeto por el medio ambiente. La capacidad de Aena para navegar estos desafíos determinará no solo el futuro del aeropuerto de Barcelona-El Prat, sino también su papel en el sistema aeroportuario europeo en su conjunto.
