La situación en Gaza ha sido devastadora durante los últimos dos años, marcados por un conflicto que ha dejado a la población en un estado de desesperación y sufrimiento. Recientemente, un alto el fuego ha brindado un respiro temporal, pero la fragilidad de esta tregua plantea serias preguntas sobre el futuro de la región. A medida que se acerca el invierno, las necesidades humanitarias se vuelven más urgentes, y la comunidad internacional enfrenta el desafío de proporcionar asistencia efectiva y sostenible.
La población de Gaza ha soportado un trauma físico y psicológico inmenso, y las condiciones de vida son cada vez más precarias. El acceso a alimentos, agua potable y refugio sigue siendo un desafío crítico. La ONU, a través de la UNRWA, ha estado en la primera línea de la respuesta humanitaria, pero su capacidad para operar de manera efectiva depende de la libertad de movimiento y de la eliminación de restricciones arbitrarias. Sin un compromiso claro hacia una solución política duradera, el alto el fuego podría ser solo un alivio temporal, sin un camino claro hacia la paz.
### La Necesidad de Servicios Públicos Estables
Uno de los aspectos más críticos de la recuperación en Gaza es la necesidad de restablecer servicios públicos estables y eficaces. La historia ha demostrado que la falta de una administración civil capaz puede llevar a un vacío de gobernanza, como se evidenció en Irak tras la invasión de 2003. La lección es clara: las instituciones públicas deben ser preservadas y fortalecidas para garantizar que la población civil reciba los servicios esenciales que necesita para sobrevivir y prosperar.
UNRWA ha jugado un papel fundamental en la provisión de servicios educativos, de salud y asistencia social a millones de refugiados palestinos. Con miles de empleados palestinos, la agencia tiene la confianza de la comunidad y la experiencia necesaria para abordar las necesidades más urgentes. La Corte Internacional de Justicia ha reafirmado la importancia de UNRWA como un actor neutral e imparcial, lo que subraya la necesidad de su continuidad en la región.
La educación es un pilar esencial para la estabilidad y la paz a largo plazo. Actualmente, cerca de 700,000 niños en Gaza se encuentran en una situación desesperada, privados de un entorno seguro y de oportunidades educativas. La reanudación de los servicios educativos no solo es vital para su desarrollo personal, sino que también representa una inversión en el futuro de la región. La educación puede ser una herramienta poderosa para prevenir la radicalización y fomentar una cultura de paz y entendimiento.
### La Búsqueda de un Entorno de Confianza
Para que Gaza pueda avanzar hacia la recuperación, es fundamental crear un entorno de confianza que fomente la inversión a largo plazo. Empresas y donantes deben sentirse seguros de que sus esfuerzos no serán en vano y que la paz será duradera. Esto implica no solo la reconstrucción de infraestructuras físicas, como viviendas, hospitales y escuelas, sino también la restauración de la gobernanza y la justicia.
La promesa de una vida normal para los gazatíes es esencial. La comunidad necesita ver un compromiso real hacia la paz y el respeto de los derechos humanos. La reconstrucción de Gaza debe ir acompañada de un esfuerzo concertado para restablecer la confianza entre israelíes y palestinos. La separación y el aislamiento han creado un abismo de desconfianza que debe ser superado para lograr una paz duradera.
El proceso de reconciliación es complicado, pero no puede esperar. La historia compartida de dolor y pérdida entre israelíes y palestinos debe ser reconocida y abordada con seriedad. La deshumanización sistemática que ha permitido atrocidades debe ser desmontada, y se debe trabajar hacia una comprensión mutua que fomente la empatía y la cooperación.
La recuperación de Gaza es un desafío monumental, pero no es imposible. Requiere un compromiso genuino de todas las partes involucradas y el apoyo continuo de la comunidad internacional. La paz no es solo la ausencia de guerra; es un estado activo que debe ser cultivado y mantenido a través de esfuerzos concertados y sostenidos. La historia ha demostrado que la paz duradera es posible, pero solo si se aborda con seriedad y determinación. La población de Gaza merece un futuro en el que puedan vivir con dignidad, seguridad y esperanza.
