La economía española ha mostrado signos de moderación en su crecimiento durante el tercer trimestre de 2025, con un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,6%. Este crecimiento, aunque inferior al 0,8% registrado en el segundo trimestre, marca el noveno trimestre consecutivo con incrementos del PIB de al menos 0,6%. Las proyecciones iniciales para este periodo se situaban entre el 0,6% y el 0,8%, y el resultado final se ha alineado con la expectativa más baja. La Encuesta de Población Activa (EPA) también había anticipado esta desaceleración en la creación de empleo, sugiriendo que el crecimiento del PIB sería más moderado que en el trimestre anterior.
### Factores Impulsores del Crecimiento
El crecimiento del PIB en este periodo ha estado impulsado principalmente por la demanda interna, que ha demostrado ser un pilar fundamental para la economía española. El consumo de las familias ha aumentado un 1,2% en comparación con el segundo trimestre, lo que representa un crecimiento casi duplicado respecto al periodo anterior. Este aumento en el consumo refleja una mejora en el poder adquisitivo de los hogares, así como un incremento en la inmigración, que ha contribuido a una mayor población y, por ende, a un mayor consumo.
María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, ha señalado que el modelo de crecimiento observado en los trimestres anteriores se mantiene y se intensifica. A pesar de la desaceleración en las exportaciones, especialmente en el sector turístico, la demanda interna sigue siendo robusta. Ángel Talavera, director de Economía Europea en Oxford Economics, también ha comentado que, aunque el crecimiento del PIB es más débil de lo esperado, sigue siendo sólido. La desaceleración se atribuye principalmente al sector externo, lo cual era previsible dado el contexto negativo del comercio internacional.
Además, se ha observado un aumento significativo en el consumo de las administraciones públicas, que había estado en niveles bajos en trimestres anteriores. En este trimestre, el consumo público creció un 1,1%, lo que contribuye a la dinámica general de la economía.
### Inversión y Demanda Externa
La inversión ha sido otro componente clave en el crecimiento del PIB, con un aumento del 1,7% en este trimestre. Este incremento es un punto porcentual más que en el trimestre anterior, destacando especialmente la inversión en productos de propiedad intelectual, que creció un 2,4%. Este tipo de inversión es crucial para la innovación y el desarrollo a largo plazo de la economía española.
A pesar de los resultados positivos en la demanda interna, la demanda externa ha presentado un freno, con una contribución negativa de 0,6 puntos al PIB. Esto se debe, en parte, a un aumento en las importaciones, que aunque resta al PIB, también coincide con un crecimiento fuerte en la inversión. Este fenómeno no necesariamente se considera negativo, ya que puede indicar una economía que está invirtiendo en su futuro, incluso si eso implica un aumento en las importaciones.
Las proyecciones para el crecimiento del PIB en 2025 se sitúan en torno al 3%, con Funcas estimando un crecimiento del 2,9%, lo que superaría las previsiones del Gobierno español. Sin embargo, estas previsiones están sujetas a revisión en los próximos días, a medida que se disponga de más datos y se evalúen las condiciones económicas globales.
En resumen, aunque el crecimiento del PIB en el tercer trimestre de 2025 ha mostrado una desaceleración, los fundamentos de la economía española siguen siendo sólidos, impulsados por una demanda interna robusta y un aumento en la inversión. La capacidad de la economía para adaptarse a los desafíos del entorno internacional será crucial para mantener esta trayectoria de crecimiento en el futuro.
