En los últimos años, la presencia económica de China en España ha experimentado un notable crecimiento, reflejado en un aumento significativo de las importaciones y en la consolidación de inversiones en diversos sectores. Desde 2018, las importaciones chinas han pasado de 25.000 millones de euros a casi 50.000 millones en 2022, lo que evidencia un interés creciente por parte del gigante asiático en el mercado español. A pesar de este auge, el déficit comercial sigue siendo elevado, con exportaciones españolas a China que apenas alcanzan los 7.500 millones en 2024.
La relación entre los gobiernos de España y China ha sido históricamente sólida, fortalecida por la cooperación durante la pandemia, cuando España recibió ayuda de Pekín en forma de suministros médicos. Este vínculo se ha materializado en acuerdos estratégicos, como el firmado durante la visita de Xi Jinping a España en 2018, donde se establecieron más de una veintena de convenios que involucraron a empresas como Telefónica, Indra y Abengoa.
### Inversiones Chinas en Sectores Clave
Las inversiones chinas en España han abarcado desde grandes proyectos industriales hasta iniciativas más discretas, pero igualmente significativas. Entre las inversiones más destacadas se encuentran la fábrica de vehículos de Chery en la Zona Franca de Barcelona, la planta de baterías de litio hierro fosfato de CATL en Zaragoza, y el proyecto de Nvision en Navalmoral de la Mata, que también se centra en la producción de baterías. Además, la planta solar de China Three Gorges en Murcia subraya el interés de Pekín en el sector energético español.
Recientemente, se han registrado inversiones más modestas, como la adquisición de Aldesa, una empresa familiar vinculada a Renfe, por parte de la compañía ferroviaria china CRCC. Este movimiento es parte de una tendencia más amplia, donde el capital chino está ingresando en el sector industrial español. Por ejemplo, GDAT ha firmado un contrato con Airbus para la reparación de helicópteros H225, y GDS, un gigante chino, ha comenzado a establecerse en el sector de centros de datos en España.
La llegada de Zhenshi a Puerto Real, Cádiz, para construir una planta de fibra de vidrio, y la compra de Teka por Midea, un fabricante de electrodomésticos, son ejemplos adicionales de cómo las empresas chinas están diversificando sus inversiones en el país. A pesar de que el Gobierno español mantiene ciertas restricciones sobre la entrada de capital chino en sectores estratégicos, ha facilitado el acceso a fondos europeos para proyectos de gran envergadura, como los de Chery y CATL, que han recibido apoyo del Plan de Recuperación.
### La Relación Aeroportuaria y Cultural
El ámbito aeroportuario también ha visto un resurgimiento de las conexiones entre España y China, con el restablecimiento de vuelos de Cathay Pacific y Air China desde Barcelona a Hong Kong y Shanghai, y la apertura de una nueva ruta desde Madrid a Shenzhen. Este fortalecimiento de la conectividad aérea se complementa con la histórica relación entre Barcelona y Shanghai, que se remonta a la alcaldía de Pasqual Maragall, y que ha llevado a la firma de un acuerdo de colaboración entre los puertos de ambas ciudades para facilitar el intercambio comercial.
En el ámbito deportivo, la influencia china se ha hecho notar en el fútbol español, donde el capital chino ha estado presente en clubes como el Espanyol y ha patrocinado el estadio del Atlético de Madrid. Además, Hisense, un fabricante de electrodomésticos, ha sido un anunciante destacado en el Real Madrid. Estas inversiones no solo reflejan el interés económico de China, sino también un intento de fortalecer la imagen de marca en un mercado europeo clave.
A medida que las relaciones comerciales entre España y China continúan evolucionando, es evidente que Pekín está dispuesto a participar en proyectos de mayor envergadura. Sin embargo, el Gobierno español se mantiene cauteloso, limitando el acceso del capital chino a sectores estratégicos como la propiedad de puertos y redes ferroviarias. Esta postura es vigilada de cerca por Washington y Bruselas, que están atentos a los movimientos de inversión en Europa.
El panorama de las relaciones económicas entre España y China es complejo y multifacético, con un equilibrio entre la apertura a la inversión y la protección de los intereses nacionales. A medida que el capital chino sigue fluyendo hacia España, la dinámica de esta relación seguirá siendo un tema de interés tanto para los analistas económicos como para los responsables de la política comercial.