La reciente concentración de la Falange en Vitoria el 12 de octubre ha suscitado una respuesta significativa por parte de manifestantes antifascistas, lo que pone de relieve la tensión política que se vive en el País Vasco. A medida que la extrema derecha gana terreno en Europa, los expertos advierten sobre el riesgo de que movimientos similares puedan surgir en esta región, aunque por el momento, la representación de Vox en el Parlamento Vasco sigue siendo mínima. Sin embargo, la situación es compleja y se ve influenciada por diversos factores sociales y políticos.
La extrema derecha ha encontrado un espacio en los parlamentos de varios países europeos, como Italia y Hungría, y ha formado coaliciones con el Partido Popular en diversas comunidades autónomas de España. Este contexto de incertidumbre y desafección hacia la política tradicional ha permitido que la ultraderecha gane adeptos. Sin embargo, en Euskadi, la situación es diferente. Según analistas, aunque Vox no ha logrado una representación significativa, hay otros peligros que acechan, como el auge de movimientos que buscan preservar la identidad vasca.
### La Identidad Vasca en Peligro
El doctor en Sociología y profesor de la EHU, Imanol Zubero, señala que aunque es poco probable que Vox crezca en Euskadi debido a que el espacio político que podría ocupar ya está dominado por el PP, sí existe un riesgo de que surjan movimientos extremistas que se alimenten de la crisis de identidad. Zubero menciona que el nacionalismo vasco está atravesando una «vivencia agónica», lo que podría facilitar el crecimiento de un nativismo que se opone a la inmigración. Este fenómeno no es exclusivo de Euskadi, sino que se observa en toda Europa, donde el nativismo se presenta como una respuesta a la percepción de que los recursos sociales están siendo acaparados por inmigrantes.
El sociólogo critica la postura del lehendakari Imanol Pradales, quien cuestionó qué tipo de inmigración necesita Euskadi, considerándolo un mensaje peligroso en un contexto donde el racismo y la xenofobia están en aumento. A pesar de este caldo de cultivo, Zubero no cree que se forme una Aliança Catalana a la vasca, destacando que el sindicalismo de la izquierda abertzale ha sido un factor que ha contenido los movimientos racistas. El PNV, por su parte, intenta gestionar la situación, aunque reconoce las dificultades que enfrenta.
### La Generación Z y el Antisistema
Un aspecto interesante es cómo la generación Z se está posicionando en este contexto. Según Braulio Gómez, investigador en la Universidad de Deusto, los jóvenes de esta generación están mostrando inclinaciones hacia extremismos tanto de derecha como de izquierda. Este fenómeno se debe a las experiencias traumáticas que han vivido, como la pandemia y la crisis económica, que han generado un miedo a la incertidumbre. En este sentido, la oferta de Vox como un partido antisistema se presenta como una alternativa atractiva para aquellos que se sienten decepcionados con las instituciones tradicionales.
Las encuestas indican que una gran parte de la población vasca percibe que la gestión de la inmigración no está siendo adecuada. De hecho, seis de cada diez vascos consideran que las políticas migratorias actuales no están funcionando. Este sentimiento se traduce en un aumento de la percepción de la inmigración como un problema social emergente, especialmente en territorios como Álava, donde más del 54% de los encuestados reporta un alto nivel de inmigración en sus calles.
A pesar de que Vox no ha logrado obtener representación parlamentaria en Euskadi, las encuestas muestran un leve repunte en su apoyo, lo que indica que, aunque su presencia es aún limitada, el descontento social podría favorecer su crecimiento en el futuro. En las últimas encuestas, Vox ha alcanzado un 4,9% de las papeletas, un aumento significativo respecto al 2,7% obtenido en 2023. Sin embargo, aún no se vislumbra una representación efectiva en el Parlamento Vasco ni en Navarra.
El contexto político en Euskadi es, por tanto, un reflejo de tensiones más amplias que se están produciendo en toda Europa. La combinación de crisis de identidad, desafección hacia las instituciones y la percepción de la inmigración como una amenaza puede crear un terreno fértil para el surgimiento de movimientos extremistas. Sin embargo, la historia política y social de Euskadi, con su fuerte tejido asociativo y su relación cotidiana con la población migrante, puede actuar como un contrapeso a estas tendencias. La situación sigue siendo dinámica y requiere un análisis constante para entender cómo evolucionará en el futuro.