La política en el País Vasco se encuentra en un momento crucial, especialmente con la reciente reunión entre EH Bildu y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) programada para este lunes en Donostia. Este encuentro no solo marca el inicio de un nuevo ciclo político tras el parón veraniego, sino que también refleja la intención de ambas formaciones de consolidar su influencia en un contexto de debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. La situación actual, caracterizada por la presión ejercida por el Partido Popular (PP) y Vox, ha llevado a estos partidos a buscar una estrategia común que les permita alargar la legislatura y mantener su relevancia en el panorama político español.
La reunión, que contará con la participación de líderes como Arnaldo Otegi y Oriol Junqueras, tiene como objetivo analizar el estado de la política española y establecer un plan de acción que beneficie a ambas formaciones. EH Bildu y ERC han colaborado en diversas ocasiones, incluso presentándose juntos en elecciones anteriores, lo que demuestra una relación estratégica que va más allá de la mera coincidencia ideológica. Sin embargo, a pesar de esta colaboración, cada partido tiene sus propias prioridades y matices que podrían influir en su apoyo al Gobierno.
### La Debilidad del Gobierno y las Presiones Externas
El Gobierno de Sánchez enfrenta un momento de vulnerabilidad, exacerbado por los recientes escándalos de corrupción que han salpicado al PSOE. La detención del secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, ha puesto en entredicho la estabilidad del Ejecutivo, lo que ha llevado a una creciente presión por parte de la oposición. En este contexto, tanto EH Bildu como ERC están evaluando su papel y su capacidad para influir en la agenda política.
EH Bildu, conocido por su firme oposición a un Gobierno del PP, se presenta como uno de los aliados más leales de Sánchez. Su rechazo a cualquier posibilidad de que el PP, especialmente en alianza con Vox, asuma el poder, es un factor que podría jugar a favor de la continuidad del actual Gobierno. Por otro lado, ERC también se opone a un cambio de gobierno, pero ha comenzado a presionar más intensamente por cuestiones específicas, como la financiación singular para Cataluña y la creación de una Agencia Tributaria propia.
Junqueras ha dejado claro que su apoyo a los Presupuestos no está garantizado, lo que añade una capa de complejidad a la situación. La presión sobre Sánchez para que cumpla con las demandas de ERC podría convertirse en un punto de fricción entre los socios de la coalición, lo que podría afectar la estabilidad del Gobierno en los próximos meses.
### La Competencia entre Formaciones de Izquierda
La reunión entre EH Bildu y ERC también se sitúa en un contexto más amplio de competencia entre las formaciones de izquierda en España. Gabriel Rufián, portavoz de ERC, ha propuesto una unidad de partidos de izquierdas y plurinacionales, pero esta idea no ha encontrado eco entre otros grupos, como Podemos, que prefieren mantener su postura de oposición frontal. Esta falta de unidad podría tener repercusiones en las próximas elecciones, donde el sistema D’Hont penaliza a las candidaturas fragmentadas.
Por su parte, el PNV ha optado por una estrategia de aislamiento, centrando sus esfuerzos en la culminación de las transferencias estatutarias pendientes, como la Seguridad Social. Esta competencia por la influencia en Madrid entre EH Bildu y el PNV podría intensificarse a medida que se acerquen las elecciones, lo que obligará a ambas formaciones a definir claramente sus posiciones y estrategias.
La reunión del lunes no solo será un espacio para discutir la situación política actual, sino que también podría dar lugar a un comunicado conjunto que refleje la unidad de propósito entre EH Bildu y ERC. Este comunicado, que se espera que esté disponible en euskera, catalán y castellano, podría ser un paso importante para consolidar su alianza y presentar una imagen de fortaleza ante la opinión pública.
El nuevo curso político en España se presenta lleno de incertidumbres y desafíos. La capacidad de Sánchez para mantener su Gobierno dependerá en gran medida de cómo maneje las presiones internas y externas, así como de la habilidad de sus aliados para mantener una posición cohesiva. La reunión entre Otegi y Junqueras podría ser un primer paso hacia una estrategia más definida que busque no solo la supervivencia de la legislatura, sino también la consolidación de un bloque de izquierda que pueda hacer frente a la creciente amenaza de la derecha en el panorama político español.