La reciente reestructuración de la dirección de EH Bildu ha marcado un hito significativo en la política vasca, consolidando el poder de la izquierda abertzale tradicional. Con la elección de Arkaitz Rodríguez y Arnaldo Otegi como figuras centrales, la coalición ha dado un paso hacia una estrategia más posibilista, buscando atraer a sectores más amplios de la sociedad vasca. Esta nueva ejecutiva, compuesta en su mayoría por miembros de Sortu, refleja un cambio en la dinámica interna del partido y plantea interrogantes sobre su futuro y su relación con los proyectos de energías renovables.
### La Nueva Dirección de EH Bildu: Un Cambio de Paradigma
El congreso de Sortu, que se adelantó un año para actualizar la estrategia del partido, ha resultado en un liderazgo que se aleja de las viejas prácticas y busca un enfoque más inclusivo. De los 16 miembros de la nueva ejecutiva, 12 provienen de la izquierda abertzale tradicional, lo que indica una clara inclinación hacia la consolidación de este sector dentro de la coalición. Arnaldo Otegi, como secretario general, y Arkaitz Rodríguez, quien asumirá la responsabilidad de Acción Política, son figuras clave en este nuevo capítulo.
La elección de Rodríguez es particularmente significativa, ya que se le considera un líder emergente con un fuerte apoyo interno. Su trayectoria política, que incluye un paso por el Parlamento Vasco, lo posiciona como un candidato potencial para liderar EH Bildu en el futuro, especialmente cuando Otegi, de 67 años, decida retirarse. Este cambio generacional podría traer consigo una nueva visión y estrategia para la coalición, que busca adaptarse a un entorno político en constante evolución.
Además, la inclusión de figuras independientes en la ejecutiva, como Nerea Kortajarena, responsable de Programa, sugiere un intento de diversificar el liderazgo y atraer a un público más amplio. Sin embargo, la falta de representación de los otros socios de la coalición, Eusko Alkartasuna (EA) y Alternatiba, plantea preguntas sobre la cohesión interna y el futuro de estas formaciones dentro de EH Bildu.
### Desafíos en la Transición Energética
Uno de los temas más candentes que enfrenta EH Bildu es su postura sobre la transición energética. La coalición ha estado trabajando en su estrategia para abordar la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos en Euskadi y Navarra, un tema que ha generado tensiones tanto dentro de sus gobiernos locales como con grupos ecologistas. La reciente negativa del Gobierno Vasco a un proyecto de parque eólico en Piaspe, que afectaría a localidades gobernadas por EH Bildu, ha puesto de manifiesto la complejidad de equilibrar las necesidades energéticas con las preocupaciones ambientales.
Mikel Otero, diputado y secretario de Transición Ecológica de EH Bildu, ha enfatizado la importancia de cumplir con las condiciones necesarias para la implementación de proyectos energéticos. La coalición ha adoptado una postura que busca cambiar las condiciones para la implantación de estos proyectos en lugar de paralizarlos, lo que refleja un compromiso con la transición energética, pero también un reconocimiento de las preocupaciones de la ciudadanía.
La relación con los grupos ecologistas ha sido tensa, especialmente en el contexto de proyectos que han suscitado rechazo vecinal. La coalición ha instado a estos grupos a adoptar un enfoque más colaborativo, sugiriendo que es fundamental discutir el «cómo, cuándo y dónde» de la expansión de las energías renovables. Este enfoque busca construir un consenso más amplio y evitar la polarización que ha caracterizado el debate sobre la energía en la región.
A medida que EH Bildu se prepara para las elecciones forales y municipales de 2027, la gestión de estos temas será crucial. La coalición aspira a lograr la Diputación de Gipuzkoa, y la forma en que manejen la transición energética podría influir en su éxito electoral. La presión de los grupos ecologistas y la necesidad de satisfacer las demandas de sus bases serán factores determinantes en su estrategia.
En resumen, la nueva dirección de EH Bildu, con un liderazgo predominantemente de Sortu, se enfrenta a desafíos significativos en su camino hacia una política más inclusiva y sostenible. La transición energética, en particular, será un campo de batalla clave donde deberán equilibrar las necesidades de desarrollo económico con las preocupaciones ambientales, todo mientras navegan por un panorama político en constante cambio.