La desigualdad de género en el ámbito laboral y económico se manifiesta de manera alarmante en el sistema de pensiones en España. Según un reciente informe de la asociación ClosinGap y Mapfre, las mujeres reciben, de media, pensiones significativamente más bajas que los hombres, lo que pone de relieve una brecha de género que persiste a lo largo de los años. En este contexto, es crucial entender las causas y consecuencias de esta desigualdad, así como las posibles soluciones para mitigarla.
La diferencia en las pensiones contributivas es notable: las mujeres perciben alrededor de 1.100 euros al mes, mientras que los hombres reciben aproximadamente 1.600 euros. Esto representa una brecha del 32%, que aunque ha disminuido en comparación con años anteriores, sigue siendo un indicador preocupante de la desigualdad estructural en el país. En 2024, España contaba con 9,3 millones de pensionistas, distribuidos casi equitativamente entre hombres y mujeres, pero las diferencias en los tipos y cuantías de pensiones son evidentes.
Un aspecto alarmante es que solo el 57% de las mujeres pensionistas recibe una pensión por jubilación, en comparación con el 82% de los hombres. Esta disparidad refleja las trayectorias laborales más discontinuas de las mujeres, que a menudo enfrentan dificultades para acumular derechos retributivos. Además, la brecha salarial durante la vida laboral, que ronda el 20%, contribuye a esta desigualdad. En consecuencia, un 31% de las mujeres mayores recibe pensiones de viudedad, que generalmente son de menor importe, lo que agrava aún más la situación.
### Causas de la Brecha de Género en Pensiones
La brecha de género en las pensiones no es un fenómeno aislado, sino el resultado acumulado de desventajas laborales, económicas y sociales que las mujeres enfrentan a lo largo de su vida. Esta desigualdad se origina en varios factores interrelacionados. En primer lugar, las trayectorias laborales de las mujeres suelen ser más interrumpidas debido a responsabilidades familiares, lo que limita su capacidad de contribuir a planes de pensiones y acumular ahorros. Además, muchas mujeres trabajan en sectores con salarios más bajos y menos beneficios, lo que también afecta su capacidad de ahorro.
El informe también destaca que, aunque las mujeres están accediendo cada vez más a la propiedad inmobiliaria, lo que ha reducido la brecha de patrimonio neto, la situación se complica cuando se analizan los planes de inversión más complejos. La diferencia en la propiedad de activos en forma de planes de pensiones ha aumentado, pasando de 300 euros en 2016 a cerca de 1.250 euros en 2022. Esto se debe a una combinación de factores, como la menor disponibilidad de dinero para ahorro previsional, la falta de educación financiera y la escasa capacidad de planificación a largo plazo.
### Impacto Económico de la Brecha de Género
El impacto económico de la brecha de género en pensiones y ahorro previsional es significativo. Según el estudio, esta desigualdad tiene un costo de 28.500 millones de euros, lo que equivale al 1,8% del PIB español. Este menor crecimiento del PIB podría traducirse en la pérdida de cerca de 500.000 puestos de trabajo y en una reducción de 4.900 millones de euros anuales en recaudación por IRPF e IVA. Estos datos subrayan la importancia de abordar la brecha de género no solo desde una perspectiva social, sino también económica.
El envejecimiento de la población y los desafíos que presenta el sistema de pensiones generan inquietud sobre la dependencia exclusiva de las pensiones públicas. Para cerrar la brecha de género en pensiones, es fundamental abordar la desigualdad salarial durante la vida laboral. Además, se sugiere fomentar el uso de sistemas de previsión social empresarial y la integración de ahorros complementarios en las nóminas de los empleados, lo que podría proporcionar una renta adicional a la pensión pública.
El informe también aborda las diferencias en los costos de dependencia entre hombres y mujeres. Las mujeres, que viven en promedio 5,5 años más que los hombres, enfrentan mayores costos con recursos económicos más limitados. A partir de los 80 años, el costo de la dependencia puede multiplicar por 1,8 la pensión media de las mujeres, mientras que muchos hombres disponen de activos líquidos para afrontar estos gastos. Esto resalta la necesidad de políticas que apoyen a las mujeres mayores y les brinden recursos adecuados para cubrir sus necesidades.
La brecha de género en pensiones es un reflejo de una desigualdad más amplia que afecta a las mujeres en múltiples aspectos de sus vidas. Abordar esta problemática requiere un enfoque integral que contemple no solo la igualdad salarial, sino también la educación financiera y el acceso a sistemas de ahorro previsional. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad más equitativa, donde hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades de disfrutar de una jubilación digna y segura.