El verano en Burgos se transforma en un espectáculo de colores y aromas gracias a la floración de los campos de lavanda. Este fenómeno natural no solo embellece el paisaje, sino que también ofrece a los visitantes una experiencia única que combina tranquilidad, cultura y gastronomía. En localidades como Caleruega y Cilleruelo de Arriba, los viajeros pueden disfrutar de un ambiente relajado, alejado del bullicio de las grandes ciudades, y sumergirse en la esencia de la lavanda, una planta que ha encontrado su hogar en esta región.
### Caleruega: Un Paraíso de Lavanda y Cultura
Caleruega, un pintoresco pueblo que forma parte de la Red Nacional de Pueblos Acogedores, se convierte en el epicentro de la celebración de la lavanda durante el Lavanda Fest, que se lleva a cabo del 11 al 13 de julio. Este evento no solo destaca por la belleza de sus campos de lavanda, sino también por la rica historia que envuelve al lugar, siendo el lugar de nacimiento de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos.
Durante el festival, los visitantes pueden disfrutar de una variedad de actividades que incluyen música en vivo, talleres, y rutas guiadas por los campos de lavanda. Artistas como Embusteros, La Regadera y Travis Birds se presentan en un ambiente festivo que resalta la cultura local. Además, el festival ofrece una zona de foodtrucks y un mercado de artesanía, donde los asistentes pueden adquirir productos locales y disfrutar de la gastronomía de la región.
La experiencia en Caleruega no se limita al festival. Los visitantes también pueden explorar el monasterio de Santo Domingo de Guzmán, donde la arquitectura románica y barroca se entrelazan, ofreciendo un espacio de paz y reflexión. Desde el Torreón de los Guzmanes, se pueden contemplar vistas panorámicas de los campos de lavanda, creando un recuerdo imborrable de la belleza natural de la zona.
### Cilleruelo de Arriba: Tradición y Aromas
A pocos kilómetros de Caleruega, Cilleruelo de Arriba se presenta como otro destino ideal para los amantes de la lavanda. Este pequeño pueblo, ubicado en la comarca del Arlanza, también celebra la floración de la lavanda con una serie de actividades organizadas por la empresa Aire de Arlanza. Durante los meses de julio y agosto, los visitantes pueden participar en visitas guiadas a los campos de lavanda y a la destilería local, donde se producen aceites esenciales y otros productos derivados de esta planta aromática.
La experiencia de la visita guiada permite a los viajeros conocer el proceso de cultivo y destilación de la lavanda, desde la recolección hasta la creación de productos como jabones, perfumes y licores. Uno de los productos más innovadores que se pueden encontrar es el chocolate de lavanda, que promete deleitar a los amantes del dulce. Además, los sábados se organizan catas aromáticas, donde los participantes pueden aprender sobre la influencia de los aromas en el bienestar personal.
El punto culminante de la temporada en Cilleruelo es la II Fiesta Cosecha de la lavanda, que se celebra el 2 de agosto. Este evento reúne a la comunidad y a los visitantes en un ambiente festivo, con actividades que incluyen yoga entre los campos de lavanda, talleres florales, y música en vivo. La fiesta también cuenta con un mercadillo y foodtrucks, creando un ambiente vibrante y acogedor para todos los asistentes.
### Un Verano de Experiencias Únicas
Tanto Caleruega como Cilleruelo de Arriba ofrecen una escapada perfecta para aquellos que buscan desconectar y disfrutar de la naturaleza. Los campos de lavanda, con su intenso color púrpura y su aroma relajante, crean un ambiente ideal para la meditación, el yoga y otras actividades al aire libre. Además, la rica historia y cultura de la región se entrelazan con la experiencia de la lavanda, ofreciendo a los visitantes una inmersión completa en la tradición burgalesa.
Los viajeros que deseen explorar estos encantadores pueblos encontrarán en ellos no solo un refugio de paz, sino también una oportunidad para conectar con la naturaleza y disfrutar de la hospitalidad local. Con cada visita, se lleva consigo un pedazo de la magia de la lavanda, un recuerdo que perdurará mucho después de que los campos hayan sido cosechados. Así, el verano en Burgos se convierte en una celebración de la vida, la naturaleza y la cultura, donde la lavanda es la protagonista indiscutible.