Las obras de duplicación del túnel de Belate, un proyecto clave para la infraestructura de Navarra, han enfrentado numerosos desafíos desde su inicio en abril de 2024. Las empresas Acciona, Osés y Servinabar, encargadas de la construcción, han recibido hasta la fecha 12,46 millones de euros por los trabajos realizados, de los cuales un 37% corresponde a sobrecostes por imprevistos y revisiones de precios. Este artículo explora los detalles de la obra, los problemas surgidos y las implicaciones económicas que han surgido en el camino.
### Costos y Sobrecostos en la Obra
Desde el comienzo de las obras, el proyecto ha estado marcado por una serie de complicaciones que han llevado a un aumento significativo en los costos. De los 12,46 millones de euros cobrados, 4,71 millones son sobrecostes, lo que indica que la gestión del proyecto ha sido más compleja de lo anticipado. La unión temporal de empresas (UTE) que se encarga de la obra fue adjudicada por un total de 76 millones de euros, con Acciona liderando con un 55% de participación, seguida por Osés y Servinabar.
Uno de los principales factores que ha contribuido a estos sobrecostes son los imprevistos en el terreno. Por ejemplo, se reportaron gastos adicionales de 1,4 millones de euros debido a mayores desmontes en la boca sur del túnel, lo que retrasó el emboquille hasta diciembre. Además, el descubrimiento de la necesidad de trasladar una línea de alta tensión de Iberdrola al inicio de las obras también causó un retraso significativo.
A lo largo del primer año, se han aprobado 31 precios contradictorios, que son ajustes en el presupuesto que reflejan la necesidad de más recursos o cambios en los materiales utilizados. Estos ajustes son comunes en proyectos de gran envergadura, pero la cantidad y el impacto de los mismos en el túnel de Belate han sido notables. Por ejemplo, se pagaron casi 400.000 euros por la instalación de bombas y filtros para el tratamiento de lodos, y 110.000 euros por una visera reforzada en el emboquille del túnel.
### Modificaciones y Trámites Administrativos
El proceso de modificación del proyecto ha sido otro aspecto crítico en la gestión de la obra. A medida que se han ido identificando nuevos requerimientos y ajustes necesarios, el Gobierno de Navarra ha estado tramitando un expediente para modificar el proyecto constructivo. Sin embargo, este proceso ha enfrentado retrasos significativos, superando los ocho meses previstos para su aprobación.
El director general de Obras Públicas, Pedro López, ha señalado que la tramitación del modificado número 1 del proyecto es esencial para continuar con las obras sin causar un grave perjuicio al interés público. Sin embargo, la falta de claridad sobre las causas de la demora ha generado incertidumbre entre los contratistas y el departamento de Cohesión Territorial.
Las constructoras han solicitado un anticipo de 5,1 millones de euros para la compra de maquinaria pesada, pero esta solicitud fue denegada, lo que ha añadido más presión financiera sobre las empresas involucradas. La situación se complica aún más por la investigación que enfrenta Servinabar en relación con el ‘caso Cerdán’, lo que ha llevado a Acciona a romper sus acuerdos con esta empresa, aunque no está claro si Servinabar sigue formando parte de la UTE.
La gestión de los sobrecostes y las modificaciones del proyecto es fundamental para asegurar que el túnel de Belate se complete de manera eficiente y dentro de un marco financiero sostenible. La situación actual refleja la complejidad de los grandes proyectos de infraestructura, donde los imprevistos y las modificaciones son casi inevitables, pero deben ser gestionados con cuidado para evitar un impacto negativo en el presupuesto y en los plazos de entrega.
En resumen, el túnel de Belate es un ejemplo de los desafíos que enfrentan las obras de infraestructura en España. Con un enfoque en la transparencia y la gestión adecuada de los recursos, es posible que se logre completar este proyecto crucial para la región, a pesar de los obstáculos que han surgido hasta ahora.