La atención a los niños que requieren cuidados paliativos es un tema de gran relevancia en el ámbito de la salud. Recientemente, el pediatra Jesús Sánchez Etxaniz, del Hospital de Cruces, ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar la atención a estos pequeños pacientes y sus familias. Su experiencia y dedicación han resonado en la comunidad, generando un debate sobre la estructura actual de los servicios de salud en este ámbito.
### La Realidad de los Cuidados Paliativos Pediátricos
Los cuidados paliativos pediátricos son un enfoque integral que busca mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades que amenazan su vida. Esto incluye no solo a aquellos en fase terminal, sino también a aquellos que padecen condiciones crónicas y complejas que requieren atención continua. El pediatra Etxaniz ha destacado que su labor no se limita a atender a un número reducido de niños, como se ha mencionado en algunas declaraciones oficiales, sino que abarca un espectro mucho más amplio de pacientes.
La realidad es que muchos de estos niños sufren de enfermedades neurológicas, encefalopatías, parálisis cerebrales y otras condiciones que requieren un enfoque paliativo desde una edad temprana. Etxaniz enfatiza que el objetivo principal de su trabajo es proporcionar calidad de vida, no solo en los momentos finales, sino a lo largo de todo el proceso de enfermedad. Esto implica un compromiso constante con las familias, quienes a menudo enfrentan situaciones de gran estrés y dolor emocional.
El pediatra ha expresado su preocupación por la falta de recursos y la estructura inadecuada de los servicios de salud que limitan la atención que se puede ofrecer. A pesar de su dedicación y la de su equipo, la carga de trabajo y las limitaciones administrativas pueden dificultar la atención adecuada a todos los niños que lo necesitan. Etxaniz ha señalado que, aunque se han hecho esfuerzos para mejorar la situación, aún queda mucho por hacer para garantizar que todos los niños reciban la atención que merecen.
### La Respuesta de las Instituciones y la Necesidad de Cambio
La reciente controversia surgió cuando Etxaniz fue apercibido por atender a una niña de cuatro años en su tiempo libre, lo que generó un debate sobre la disponibilidad de cuidados paliativos pediátricos en la región. La Consejería de Salud, tras la presión pública, anunció que se asegurarían los cuidados 24/7 con el mismo personal, pero Etxaniz ha manifestado que esta solución no aborda el problema de fondo.
El pediatra ha argumentado que la atención no debe limitarse a un número específico de casos, como los seis mencionados por el consejero de Salud. En su opinión, la atención paliativa debe ser accesible para todos los niños que la necesiten, independientemente de la gravedad de su condición. Esto implica no solo un aumento en la cantidad de personal, sino también una mejora en las condiciones laborales y en la estructura administrativa que rige estos servicios.
Etxaniz ha trabajado durante más de 30 años en el sistema de salud y ha sido testigo de las dificultades que enfrentan tanto los profesionales como las familias. Su deseo es que se establezcan condiciones que permitan a los pediatras ofrecer una atención de calidad sin el temor a represalias o sanciones por actuar en el mejor interés de sus pacientes. La lucha por una atención paliativa adecuada es, en última instancia, una lucha por la dignidad y el bienestar de los niños y sus familias.
El pediatra ha expresado su deseo de que la situación se resuelva de manera amistosa y colaborativa, sin entrar en conflictos que puedan perjudicar a los pacientes. La empatía y el compromiso con la atención de calidad son valores que Etxaniz sostiene firmemente, y su mensaje ha resonado en la comunidad, generando un llamado a la acción para mejorar los cuidados paliativos pediátricos en la región.
La historia de Jesús Sánchez Etxaniz es un recordatorio de la importancia de la atención paliativa en la infancia y de la necesidad de un sistema de salud que apoye a los profesionales en su labor. La lucha por mejorar estos servicios es una responsabilidad compartida que involucra a las instituciones, los profesionales de la salud y la sociedad en su conjunto. Solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá garantizar que todos los niños que requieren cuidados paliativos reciban la atención digna y compasiva que merecen.