La situación del mercado inmobiliario en España ha cambiado drásticamente en los últimos años, especialmente para los jóvenes de entre 18 y 30 años. Según datos recientes del Consejo General del Notariado, la participación de este grupo en las operaciones de compra de vivienda ha caído de un 22,53% en 2007 a un alarmante 9,5% en la actualidad. Este descenso no solo refleja una tendencia preocupante, sino que también pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las nuevas generaciones para acceder a la vivienda en propiedad en un contexto de crisis habitacional.
La crisis que comenzó en 2008 marcó un punto de inflexión en el mercado inmobiliario español. Hasta 2012, los jóvenes podían acceder a la compra de vivienda con relativa facilidad, pero a partir de ese año, el panorama cambió drásticamente. La crisis financiera llevó a un endurecimiento de las condiciones de crédito por parte de las entidades bancarias, lo que afectó desproporcionadamente a los compradores más jóvenes. La dificultad para obtener financiación ha sido uno de los principales factores que ha contribuido a la disminución de su participación en el mercado.
Además, el contexto económico actual, caracterizado por un aumento en los precios de la vivienda, ha hecho que la compra de un inmueble se convierta en un objetivo casi inalcanzable para muchos jóvenes. La edad media de los compradores ha aumentado considerablemente, alcanzando los 47 años, lo que indica que cada vez más personas están retrasando su decisión de adquirir una vivienda.
**El Aumento de Compradores Extranjeros**
Paralelamente a la caída de la participación de los jóvenes, se ha observado un notable incremento en la presencia de compradores extranjeros en el mercado inmobiliario español. En 2007, los extranjeros representaban el 7,5% de las compraventas, cifra que ha crecido hasta el 20,1% en la actualidad. Este fenómeno es especialmente evidente en regiones costeras y en grandes ciudades como Barcelona, donde uno de cada tres inmuebles vendidos es adquirido por un extranjero, siendo los italianos los más activos en este segmento.
La compra de viviendas por parte de extranjeros no residentes también ha aumentado significativamente, con estimaciones que indican que adquieren entre 50,000 y 60,000 propiedades al año. Este fenómeno ha llevado a una mayor competencia en el mercado, lo que a su vez ha contribuido al aumento de los precios, dificultando aún más el acceso a la vivienda para los jóvenes españoles.
En ciudades como Alicante, la situación es aún más pronunciada, ya que los extranjeros compran la mitad de las viviendas disponibles. Este aumento en la demanda por parte de compradores extranjeros ha llevado a un incremento de los precios de la vivienda, que ya superan los niveles de la burbuja inmobiliaria de 2007 en un 3,6%. En algunas áreas, el precio medio del metro cuadrado ha pasado de 2,077 euros en 2007 a 2,153 euros en la actualidad, lo que representa un aumento significativo en términos nominales.
**La Escalofriante Escalera de Precios**
Los datos sobre el crecimiento de los precios son alarmantes. En 2025, los precios de la vivienda han crecido a un ritmo interanual del 8%, lo que indica que la tendencia al alza no muestra signos de desaceleración. En Madrid, los precios han aumentado un 15,2%, mientras que en Barcelona el incremento es del 9,3%. Esta escalada de precios ha llevado a los notarios a advertir sobre la posibilidad de que los precios se vuelvan inasumibles en ciertas áreas, a pesar de que los créditos hipotecarios se mantienen relativamente contenidos.
Uno de los factores que agrava esta situación es la falta de oferta en el mercado. En 2006, se completaron 658,000 viviendas en España, mientras que en la actualidad esa cifra ha caído a aproximadamente 90,000 inmuebles. Este déficit de oferta se estima en alrededor de 250,000 viviendas al año, aunque algunas estimaciones del Banco de España sugieren que la cifra podría ser aún mayor, alcanzando las 750,000 viviendas en total.
La combinación de la disminución de la participación de los jóvenes en el mercado, el aumento de compradores extranjeros y el crecimiento desmedido de los precios plantea un panorama complicado para el futuro del acceso a la vivienda en España. Las políticas gubernamentales que buscan facilitar el acceso a la vivienda para los jóvenes, como la implementación de avales, son un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer para revertir esta tendencia y garantizar que las nuevas generaciones puedan acceder a un hogar digno y asequible.