La vida de María Pry y Ana Llamas es un testimonio de amor, dedicación y superación en el mundo del fútbol femenino y la maternidad. Ambas han logrado romper barreras en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres, mostrando que la corresponsabilidad en la crianza y el trabajo es posible y necesaria. Su historia comienza en el campo de fútbol, donde ambas se destacaron como jugadoras antes de dar el salto a los banquillos. María, actual coordinadora deportiva de selecciones femeninas de la RFEF, y Ana, entrenadora del CF Femenino Ciudad de Dos Hermanas, han demostrado que el amor por el deporte y la familia pueden coexistir de manera armoniosa.
### La Sorpresa de la Maternidad
La vida les presentó un desafío inesperado cuando Ana se quedó embarazada. La noticia de que esperaban trillizos fue un shock, ya que se consideraba que era muy complicado que esto sucediera. Desde el momento en que supieron que serían madres de tres, el embarazo se convirtió en un proceso de alto riesgo. Con solo 27 semanas de gestación, los pequeños Hugo, Daniel y Enzo llegaron al mundo, pesando menos de 600 gramos y enfrentando una dura lucha en la unidad de neonatos durante dos meses. Este periodo fue un auténtico máster en el cuidado y la maternidad para ambas, quienes aprendieron a lidiar con el miedo y la incertidumbre.
La corresponsabilidad se convirtió en un pilar fundamental en su vida familiar. María y Ana decidieron que era esencial estar presentes en la vida de sus hijos, lo que implicó tomar decisiones difíciles en sus carreras. María, por ejemplo, se tomó la baja por maternidad, un hecho que, aunque común en otros sectores, fue un hito en el mundo del fútbol femenino. «Era impensable que una entrenadora de la Liga F se cogiera la baja por nacimiento y cuidado del menor de sus hijos», comenta María. Este acto no solo fue un paso hacia la normalización de la maternidad en el deporte, sino que también generó un gran revuelo mediático, evidenciando la necesidad de seguir rompiendo barreras en el fútbol femenino.
### La Vida Cotidiana de una Familia Numerosa
La llegada de los trillizos transformó por completo la vida de María y Ana. Desde mudarse a Sevilla para estar más cerca de su familia hasta adaptarse a un nuevo estilo de vida, cada día ha sido un reto. Ana, quien tuvo que pausar su carrera para dedicarse a la crianza de los niños, ha encontrado en esta experiencia una satisfacción profunda. «El cambio de vida más grande ha sido para mí porque ella ha seguido con su trabajo. Yo he tenido que hacerme más responsable de ellos y parar un poco mi vida laboral, pero lo volvería a hacer mil veces», afirma Ana.
La vida en familia no ha estado exenta de dificultades. Desde la necesidad de cambiar de coche y de casa hasta la adaptación a una nueva rutina, cada aspecto ha requerido un esfuerzo conjunto. Sin embargo, el apoyo de su entorno ha sido crucial. «Nuestra familia y amigos nos han ayudado muchísimo. Cuando tenemos algún problema, nuestras amigas vienen y se quedan con los niños», explica Ana. Este apoyo ha sido fundamental para que ambas puedan equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares.
La distancia también ha sido un factor a considerar. Desde que María comenzó a trabajar en la Real Federación Española de Fútbol, ha tenido que pasar días fuera de casa. A pesar de la dificultad que esto representa, ambas han aprendido a normalizar la situación. «Es el momento de lo que toca y hay que darle naturalidad porque hay muchas madres y padres que también trabajan y no están en el día a día con sus hijos», reflexiona María. La clave ha sido siempre mantener una comunicación abierta y dedicar el tiempo de calidad cuando están juntos.
### La Pasión por el Fútbol y la Familia
El fútbol ha sido una constante en la vida de María y Ana, y han hecho un esfuerzo consciente para que sus hijos también lo vivan. Desde que María volvió a entrenar, Ana se ha asegurado de que los pequeños comprendan el trabajo de su madre. Ahora que Ana es la que entrena, María lleva a los niños a ver a su madre en el banquillo. «Tienen que vivir eso y disfrutar esos momentos con su madre», afirman. Para ellas, no hay nada más importante que pasar tiempo en familia, ya sea en el campo de fútbol o en cualquier otra actividad.
Una anécdota divertida que refleja su vida cotidiana ocurrió durante la Feria de Sevilla. Cuando llevaron a Enzo, quien necesitaba oxígeno, se dieron cuenta de que se habían quedado sin batería en su equipo. «El único enchufe que había en la caseta estaba en la barra, así que enchufamos el pulsi al lado de la barra hasta que se cargara un poco», cuentan entre risas. Esta situación, aunque complicada, es un ejemplo de cómo han aprendido a adaptarse y encontrar soluciones creativas en medio de los desafíos.
### Reflexiones sobre la Corresponsabilidad
La historia de María y Ana es un poderoso recordatorio de que la corresponsabilidad en la crianza es esencial. Ambas han demostrado que es posible equilibrar la vida laboral y familiar, rompiendo estereotipos y abriendo camino para futuras generaciones. «Me siento muy orgullosa de cómo nuestro entorno quiere y cuida a nuestros niños. Para mí eso es una felicidad brutal», concluye María. Su historia no solo inspira a otras mujeres en el deporte, sino que también subraya la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo en la crianza de los hijos. La vida de estas dos mujeres es un ejemplo de que, con amor y dedicación, se pueden superar los obstáculos y construir una familia unida y feliz.
