La devastadora dana que azotó la provincia de Valencia el 29 de octubre de 2025 ha dejado una profunda huella en la memoria colectiva de sus habitantes. Con un saldo trágico de 229 víctimas mortales y una sensación de abandono por parte de las administraciones, la población ha comenzado a evaluar la respuesta de los diferentes niveles de gobierno ante esta catástrofe natural. Según una encuesta reciente, la mayoría de los valencianos considera que tanto el Gobierno central como el president de la Generalitat, Carlos Mazón, tienen una parte significativa de responsabilidad en la gestión de la crisis.
### La Gestión de la Emergencia: Un Análisis Crítico
La encuesta realizada por GAD3 revela que un 66% de los valencianos cree que el Gobierno de Pedro Sánchez no respondió adecuadamente a la emergencia provocada por la dana. Esta percepción se ve reforzada por la crítica generalizada hacia la falta de acción rápida y efectiva por parte de las autoridades. La situación se complicó aún más con la guerra de relatos entre administraciones, donde la falta de información y la inacción se convirtieron en protagonistas de la tragedia.
El president Mazón, por su parte, ha sido señalado como el principal responsable político, con un 61% de los encuestados apuntando hacia él. Su tardía llegada al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) y la falta de decisiones críticas, como la solicitud de una declaración de emergencia nacional, han contribuido a esta percepción. A pesar de que Mazón argumentó que tal declaración no habría cambiado la cantidad de recursos enviados, la opinión pública parece no estar convencida de su justificación.
La crítica hacia la gestión de la emergencia no se limita a los líderes políticos. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar también han sido objeto de reproches. Sin embargo, sorprendentemente, el 51% de los encuestados considera que las previsiones de la Aemet fueron acertadas, a pesar de que las lluvias superaron con creces las estimaciones iniciales. Esto sugiere una desconexión entre la percepción pública y la realidad de la situación meteorológica.
### La Responsabilidad en la Reconstrucción: Un Debate Abierto
La pregunta sobre quién debe asumir la responsabilidad de la reconstrucción tras la dana ha generado un intenso debate. Un 51% de los encuestados opina que la Generalitat debe ser la principal responsable de la recuperación y reparación de los daños, mientras que un 37% cree que esta responsabilidad recae en el Gobierno de España. Esta división de opiniones refleja las tensiones políticas existentes y la polarización que ha caracterizado el discurso en torno a la crisis.
Los votantes de PSPV y Compromís son los que más apoyan la idea de que la Generalitat debe liderar la reconstrucción, con porcentajes superiores al 75%. En contraste, los votantes del PP y Vox tienden a pensar que el Gobierno central debería asumir un papel más prominente en este proceso. Esta divergencia de opiniones no solo refleja las lealtades políticas, sino también la percepción de la eficacia de cada administración en la gestión de crisis.
Además, el sondeo también indaga sobre si la Comunitat Valenciana está mejor preparada para enfrentar futuras emergencias similares. La mitad de los encuestados considera que la preparación es la misma que antes, mientras que un 33% cree que ha mejorado. Este optimismo entre los votantes del PP contrasta con la visión más pesimista de los votantes de izquierda, quienes temen que, en caso de un nuevo fenómeno como el de octubre de 2025, las consecuencias sean igualmente devastadoras.
La situación actual en Valencia es un reflejo de la complejidad de la gestión de emergencias en un contexto político polarizado. Las críticas hacia la respuesta de las administraciones, tanto a nivel local como nacional, han puesto de manifiesto la necesidad de una coordinación más efectiva y de una comunicación clara en momentos de crisis. La percepción de abandono y la lucha por la responsabilidad son temas recurrentes que seguirán marcando el debate público en los próximos meses.
La recuperación de las zonas afectadas por la dana es un proceso que requerirá no solo recursos financieros, sino también un compromiso político firme y una colaboración efectiva entre las distintas administraciones. La opinión pública, cada vez más consciente de la importancia de una gestión adecuada, seguirá vigilando de cerca las acciones de sus líderes en este crucial proceso de reconstrucción.
