El Producto Interior Bruto (PIB) de España ha mostrado un crecimiento del 0,6% durante el primer trimestre de 2025, según los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este resultado refleja la resiliencia de la economía española en medio de una crisis de aranceles que ha generado un clima de incertidumbre a nivel internacional. Con este incremento, el PIB español ha registrado 16 trimestres consecutivos de crecimiento, lo que indica una tendencia positiva en la economía nacional.
A pesar de que el crecimiento interanual se sitúa en un 2,8%, es importante señalar que este dato es ligeramente inferior al crecimiento del 0,8% alcanzado en el segundo trimestre de 2024. En los trimestres anteriores, el crecimiento había sido del 0,7%, lo que sugiere una desaceleración en la expansión económica. Las previsiones de Funcas y otros analistas apuntaban a un crecimiento del 0,7% para este trimestre, lo que hace que el dato oficial del INE sea un poco más bajo de lo esperado.
La semana pasada, Funcas revisó a la baja su pronóstico de crecimiento del PIB estatal para 2025, situándolo en un 2,3%, lo que representa una reducción de tres décimas respecto a sus estimaciones anteriores. Esta revisión se debe, en gran medida, a la incertidumbre generada por la guerra arancelaria, que ha afectado a diversas economías a nivel global.
Uno de los factores clave detrás del crecimiento del PIB en este primer trimestre ha sido la demanda interna, especialmente el consumo privado, que ha experimentado un aumento del 3,5% en comparación con el año anterior. Este incremento en el consumo se atribuye al aumento del poder adquisitivo de los trabajadores y a la evolución positiva del empleo, que ha crecido un 2,9% interanual. Es relevante mencionar que el empleo ha mostrado un crecimiento constante durante 14 trimestres consecutivos, lo que contribuye a la estabilidad económica del país.
Sin embargo, el consumo privado ha mostrado signos de desaceleración, disminuyendo cuatro décimas en comparación con el trimestre anterior. Esto podría ser un indicativo de que, a pesar de la mejora en el poder adquisitivo, los consumidores están siendo más cautelosos en sus gastos, posiblemente debido a la incertidumbre económica global.
### Inversión y Productividad en Aumento
Otro aspecto notable del crecimiento del PIB es el aumento en la inversión, particularmente en bienes de equipo, que ha mantenido un crecimiento del 4,1% en el último año, aunque este dato es cuatro décimas inferior al del trimestre anterior. La productividad por hora también ha mostrado un crecimiento del 0,8% en el último año, y las horas efectivas trabajadas han aumentado un 2,1%. Estos indicadores son positivos, ya que sugieren que las empresas están invirtiendo en su capacidad productiva y que los trabajadores están siendo más productivos.
El gasto público también ha aumentado, con un incremento del 3,1% interanual, aunque este crecimiento es siete décimos menor que en el trimestre anterior. Este aumento en el gasto público puede ser un intento del Gobierno por estimular la economía en un contexto de incertidumbre, asegurando que se mantenga el crecimiento en diversas áreas.
El INE ha revisado las tasas de crecimiento interanual del cuarto trimestre de 2024, reduciéndola en una décima, mientras que ha elevado las tasas del primer y segundo trimestre de 2024 en una décima. Las tasas del tercer y cuarto trimestre de 2024 se han revisado a la baja, manteniéndose en un 0,7% en ambos casos. Estas revisiones son importantes, ya que proporcionan una imagen más precisa de la evolución económica reciente del país.
Desde el Gobierno, se ha destacado que los datos presentados reflejan la fortaleza y el crecimiento equilibrado de la economía española. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que España sea la economía que más crezca en 2025, lo que subraya la confianza en la recuperación económica del país. En 2024, la economía española ya había crecido un 3,2%, liderando el crecimiento entre las economías europeas.
En resumen, a pesar de los desafíos que presenta el contexto internacional, la economía española ha demostrado una notable capacidad de recuperación y crecimiento. Con un aumento sostenido en el PIB, el empleo y la inversión, España se posiciona como un actor clave en la economía europea, mostrando que, incluso en tiempos de incertidumbre, es posible mantener una trayectoria de crecimiento positivo.