La cifra de afiliados extranjeros a la Seguridad Social en Euskadi ha alcanzado un nuevo récord, superando por primera vez los 100.000 trabajadores. Este hito, que se registró al cierre del mes de mayo, refleja un crecimiento significativo en la integración laboral de personas provenientes de otros países, tanto de la Unión Europea como de naciones no comunitarias. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el total de afiliados extranjeros se sitúa en 100.251, lo que representa un aumento del 4,9 % en comparación con el mismo mes del año anterior, y un incremento del 1,76 % respecto al mes anterior.
El crecimiento en el número de cotizantes foráneos es un indicador positivo para la economía vasca, que se beneficia de la diversidad y la mano de obra que aportan estos trabajadores. De los 100.251 afiliados, un 83,34 % se encuentra en el Régimen General, mientras que un 16,19 % trabaja por cuenta propia. Un pequeño porcentaje, del 0,47 %, está incluido en el Régimen Especial de Trabajadores del Mar. Este panorama muestra la importancia de los trabajadores extranjeros en diversos sectores económicos, destacando la construcción, la hostelería y el transporte como los principales ámbitos de empleo.
**Sectores Clave para la Empleabilidad Extranjera**
La hostelería se mantiene como el sector que más trabajadores extranjeros emplea, con un total de 18.022 afiliados. Este sector ha experimentado un crecimiento notable, especialmente en un contexto donde la demanda de servicios ha aumentado. La construcción sigue en segundo lugar, con 12.610 trabajadores, mientras que el transporte, aunque importante, se queda atrás en comparación con otros sectores, ya que solo cuenta con cerca de 1.100 nuevos trabajadores. Sin embargo, es relevante mencionar que el régimen de personas empleadas del hogar y la industria manufacturera también han mostrado cifras significativas, con 9.940 y 9.788 afiliados, respectivamente.
La diversidad de orígenes de los trabajadores extranjeros es otro aspecto que resalta en este informe. De los 100.251 afiliados, 22.430 provienen de países de la Unión Europea, lo que representa un 22,37 % del total. Dentro de este grupo, Rumanía se destaca como el país con mayor número de trabajadores, con 10.310 afiliados, seguido de Portugal, Italia y Francia. Por otro lado, la mayoría de los trabajadores extranjeros, un 77,63 %, proviene de países no comunitarios. En este caso, Colombia ocupa la primera posición con 11.255 afiliados, seguida de Marruecos, Venezuela y Nicaragua.
**Impacto en la Economía Vasca y el Mercado Laboral**
El aumento en el número de afiliados extranjeros no solo es un indicador de la diversidad cultural y laboral en Euskadi, sino que también tiene un impacto directo en la economía local. La llegada de trabajadores de diferentes nacionalidades contribuye a cubrir vacantes en sectores donde hay escasez de mano de obra, lo que a su vez ayuda a mantener la competitividad de las empresas vascas. En un contexto donde la economía global está en constante cambio, la capacidad de atraer talento internacional se convierte en un factor clave para el desarrollo económico.
Además, la integración de estos trabajadores en el mercado laboral vasco fomenta un ambiente de multiculturalidad que puede enriquecer la vida social y cultural de la región. La convivencia de diferentes culturas y tradiciones puede dar lugar a una mayor creatividad e innovación en el ámbito empresarial, así como a un fortalecimiento de la cohesión social.
El crecimiento de la afiliación de trabajadores extranjeros también plantea desafíos que deben ser abordados por las autoridades y las empresas. Es fundamental garantizar que estos trabajadores tengan acceso a condiciones laborales justas y a oportunidades de desarrollo profesional. La formación y la capacitación son esenciales para que los trabajadores extranjeros puedan integrarse plenamente en el mercado laboral y contribuir de manera efectiva a la economía.
En resumen, el aumento de afiliados extranjeros en Euskadi es un fenómeno que refleja tanto la necesidad de mano de obra en ciertos sectores como la capacidad de la región para atraer y retener talento internacional. Con un enfoque adecuado en la integración y el apoyo a estos trabajadores, Euskadi puede seguir beneficiándose de la diversidad que aportan, fortaleciendo así su economía y su tejido social.