El nuevo programa vespertino ‘La familia de la tele’, que cuenta con la conducción de María Patiño y la participación de colaboradores conocidos como Belén Esteban y Kiko Matamoros, ha generado una fuerte controversia en el ámbito de RTVE. La razón de esta polémica radica en el envío de la reportera Marta Riesco a Roma para cubrir el evento del nombramiento de un nuevo Papa, un hecho que ha sido cuestionado por el Consejo de Informativos de la corporación pública.
La crítica se centra en que el enfoque del programa no es el adecuado para un evento de tal magnitud. En un comunicado, el Consejo de Informativos expresó su descontento, señalando que el uso del micrófono de TVE por parte de ‘La familia de la tele’ para cubrir un evento claramente informativo no se alinea con las expectativas de seriedad y rigor que se requieren en la televisión pública. La nota enfatiza que tanto los profesionales de RTVE como los espectadores merecen un trato respetuoso y profesional, especialmente en situaciones de gran relevancia como la elección de un nuevo Papa.
Marta Riesco, conocida por su trayectoria en programas de entretenimiento y su relación con Antonio David Flores, fue la elegida para representar al programa en este evento. A través de sus redes sociales, Riesco compartió su experiencia en Roma, donde interactuó con monjas y mostró su entusiasmo por la cobertura del cónclave. Sin embargo, esta actitud ha sido vista como inapropiada por parte de muchos en el sector informativo, quienes consideran que el tono del programa no es el adecuado para un evento de tal importancia.
El Consejo de Informativos ha instado a la presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a tomar medidas para garantizar que ‘La familia de la tele’ no comprometa la credibilidad de los servicios informativos de la cadena. En su comunicado, se destaca el esfuerzo y la dedicación de los profesionales de RTVE que han estado trabajando arduamente en Roma para ofrecer una cobertura seria y rigurosa del cónclave, en contraste con el enfoque más ligero y de entretenimiento del programa vespertino.
La crítica también se extiende a la imagen de marca de RTVE, que podría verse perjudicada si se permite que un programa de entretenimiento interfiera en la cobertura de eventos informativos cruciales. El Consejo de Informativos concluyó su comunicado felicitando a los profesionales de la información de RTVE por su trabajo y su compromiso con la función de servicio público que tienen encomendada. Además, se valoró la capacidad de la dirección de RTVE para reaccionar rápidamente, interrumpiendo la programación habitual para dar paso a los servicios informativos en el desenlace del cónclave.
La controversia en torno a ‘La familia de la tele’ pone de manifiesto la tensión existente entre el entretenimiento y la información en la televisión pública. A medida que los programas de entretenimiento ganan popularidad, surge la pregunta de cómo equilibrar el contenido ligero con la responsabilidad de informar de manera precisa y respetuosa sobre eventos de gran relevancia. La situación actual en RTVE refleja un desafío que muchas cadenas de televisión enfrentan en la era de la información instantánea y el entretenimiento constante.
En este contexto, la crítica del Consejo de Informativos resuena como un llamado a la reflexión sobre el papel de la televisión pública y la importancia de mantener estándares de calidad en la información que se ofrece al público. La necesidad de preservar la credibilidad y la imagen de RTVE es un tema que seguramente seguirá siendo objeto de debate en los próximos días, especialmente a medida que se desarrollen más eventos informativos de gran envergadura.
