La reciente convocatoria de la Oferta Pública de Empleo (OPE) de la Ertzaintza ha desatado una ola de críticas y preocupaciones debido a la alarmante cifra de suspensos. Con un 90% de los aspirantes no logrando superar las pruebas, la situación ha puesto en jaque al Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, que se enfrenta a un déficit estructural de efectivos en la policía autonómica. Esta situación ha llevado a la necesidad de organizar una nueva OPE extraordinaria para el próximo otoño, con el objetivo de cubrir más de 270 plazas que quedarán vacantes tras este proceso selectivo.
La OPE, que buscaba seleccionar a nuevos agentes para la Ertzaintza y las policías locales, se ha visto marcada por una serie de cambios en las pruebas que, según los sindicatos, han contribuido a la alta tasa de suspensos. Aitor Otxoa, secretario de organización del sindicato Erne, ha señalado que la selección fue «muy exigente» y que la modificación de las pruebas psicotécnicas, junto con la reducción de los tiempos de respuesta, han sido factores determinantes en los resultados.
### Críticas a la gestión de la OPE
Los sindicatos han expresado su descontento con la gestión de la OPE, calificando la situación de «chapuza». Iñaki Uraga, portavoz del sindicato Esan, ha enfatizado que los cambios en las pruebas y la reducción de los tiempos han agravado el ya existente déficit de efectivos en la Ertzaintza. Esta situación no solo afecta a los aspirantes, sino que también repercute en la operatividad de la policía autonómica, que se encuentra en una situación crítica debido a la falta de personal.
La academia de Arkaute, encargada de la formación de los aspirantes, también ha sido objeto de críticas. Juan Carlos Sáenz, secretario de organización del sindicato Sipe, ha indicado que los errores en la gestión de las pruebas no pueden ser atribuidos a la falta de preparación de los candidatos. «Se ha cambiado todo sin una base lógica y sin garantizar la igualdad de oportunidades», ha afirmado, subrayando la necesidad de una revisión exhaustiva de los procesos de selección.
La preocupación por los resultados de la OPE ha llegado incluso a las academias que preparan a los aspirantes. Jonathan Enríquez, director del centro Opebide, ha señalado que la reducción de los tiempos de respuesta en las pruebas psicotécnicas ha sido un factor clave en el alto número de suspensos. Enríquez ha instado a los miembros del tribunal calificador a experimentar con los tiempos establecidos para comprender mejor las dificultades que enfrentan los opositores.
### La necesidad de una nueva OPE
Ante la situación crítica que se presenta, el Departamento de Seguridad ha decidido convocar una OPE extraordinaria para el próximo otoño. Esta decisión busca cubrir las plazas que quedarán vacantes tras el suspenso masivo, con la esperanza de alcanzar el objetivo de contar con 8,000 agentes en la Ertzaintza para el año 2030. Sin embargo, la implementación de esta nueva convocatoria no está exenta de desafíos, ya que se deberá garantizar que los procesos de selección sean justos y equitativos, evitando los errores que llevaron a la situación actual.
Los sindicatos han manifestado su disposición a colaborar con el Departamento de Seguridad para asegurar que la próxima OPE se lleve a cabo de manera efectiva y que los aspirantes tengan las oportunidades necesarias para demostrar su capacidad. La unidad sindical, compuesta por Erne, Esan y Sipe, ha sido fundamental para presionar al Gobierno Vasco y lograr la convocatoria de esta nueva OPE.
La situación actual de la Ertzaintza pone de manifiesto la importancia de contar con un proceso de selección riguroso y bien estructurado, que no solo evalúe las capacidades de los aspirantes, sino que también garantice la igualdad de oportunidades para todos. La alta tasa de suspensos en la OPE no solo afecta a los candidatos, sino que también repercute en la seguridad pública, ya que una policía bien equipada y con suficientes efectivos es fundamental para mantener el orden y la seguridad en la comunidad.
En resumen, la OPE de la Ertzaintza ha puesto de relieve la necesidad de revisar y mejorar los procesos de selección, así como de abordar el déficit de efectivos en la policía autonómica. Con la convocatoria de una nueva OPE extraordinaria, se espera que se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.