La reciente decisión de la policía de Hungría de prohibir la marcha del Orgullo LGTBIQ+ en Budapest ha desatado un intenso debate sobre los derechos civiles y la libertad de expresión en el país. Esta prohibición, que se basa en una enmienda a la ley sobre el derecho de reunión, ha sido impulsada por el gobierno ultraconservador del primer ministro Viktor Orbán. La enmienda, aprobada en marzo, argumenta que la marcha debe ser restringida para proteger a los menores de edad, lo que ha sido interpretado por muchos como un intento de silenciar a la comunidad LGTBIQ+ y limitar sus derechos.
La marcha del Orgullo estaba programada para el 28 de junio, y su cancelación ha generado una respuesta inmediata por parte de diversas figuras políticas y organizaciones de derechos humanos. El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, ha desafiado abiertamente la decisión de la policía, afirmando que la marcha se llevará a cabo independientemente de la prohibición. En un mensaje publicado en Facebook, Karácsony subrayó que no necesita autorización oficial para el desfile, ya que se trata de un «evento municipal». Esta postura ha sido respaldada por varios colectivos LGTBIQ+ y activistas que planean viajar a Budapest para mostrar su apoyo y protestar contra la decisión del gobierno.
La enmienda a la ley de reunión, que ha sido criticada por su carácter restrictivo, fue propuesta por el partido Fidesz, que lidera Orbán. La votación en el Parlamento resultó en 136 votos a favor y 27 en contra, con 36 diputados ausentes. El texto de la enmienda prohíbe explícitamente las reuniones que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad. Esta legislación se basa en un paquete anterior aprobado en junio de 2021, que ya había restringido la discusión sobre la homosexualidad en programas educativos dirigidos a menores de 18 años.
La respuesta internacional a esta situación ha sido contundente. Políticos e instituciones de varios países europeos han expresado su intención de asistir a la marcha, incluyendo al ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, y representantes del Parlamento de los Países Bajos. Esta solidaridad internacional refleja la preocupación por la creciente homofobia y la erosión de los derechos humanos en Hungría, donde el gobierno ha sido acusado de implementar políticas cada vez más autoritarias.
La comunidad LGTBIQ+ en Hungría ha enfrentado un aumento de la discriminación y la violencia en los últimos años, lo que ha llevado a muchos a temer por su seguridad y bienestar. Las leyes restrictivas, como la que prohíbe la «promoción» de la homosexualidad, han creado un ambiente hostil para las personas LGTBIQ+, dificultando su visibilidad y aceptación en la sociedad. Activistas locales han denunciado que estas políticas no solo afectan a la comunidad LGTBIQ+, sino que también socavan los principios democráticos y los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.
La situación en Hungría es un reflejo de una tendencia más amplia en Europa, donde varios gobiernos han adoptado medidas similares para restringir los derechos de la comunidad LGTBIQ+. Estas acciones han sido criticadas por organizaciones internacionales de derechos humanos, que advierten que la erosión de los derechos LGTBIQ+ puede tener repercusiones más amplias en la protección de los derechos humanos en general. La comunidad internacional ha instado a Hungría a reconsiderar sus políticas y a garantizar la protección de todos sus ciudadanos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
A medida que se acerca la fecha de la marcha del Orgullo, la tensión en Budapest continúa en aumento. La decisión de la policía de prohibir el evento ha generado un clima de incertidumbre y preocupación entre los organizadores y participantes. Sin embargo, la determinación del alcalde y el apoyo de la comunidad internacional sugieren que la lucha por los derechos LGTBIQ+ en Hungría está lejos de haber terminado. La marcha del Orgullo se ha convertido en un símbolo de resistencia y un llamado a la acción para aquellos que defienden la igualdad y la justicia en un contexto de creciente represión.
La prohibición de la marcha del Orgullo en Budapest no solo es un ataque a la comunidad LGTBIQ+, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la libertad de reunión y expresión en Hungría. A medida que la comunidad se prepara para el evento, la atención del mundo estará centrada en Budapest, donde la lucha por los derechos LGTBIQ+ se enfrenta a un desafío sin precedentes. La respuesta de la comunidad, tanto a nivel local como internacional, será crucial para determinar el futuro de los derechos LGTBIQ+ en el país y más allá.