La relación entre España y la empresa tecnológica china Huawei ha estado marcada por una serie de contradicciones que han generado un intenso debate sobre la seguridad nacional. Desde la prohibición de utilizar dispositivos Huawei en el Ministerio de Defensa hasta la reciente adjudicación de un contrato significativo por parte del Ministerio del Interior, las decisiones del gobierno español parecen estar en desacuerdo entre sí, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la coherencia de su política de ciberseguridad.
### La Prohibición de Huawei en el Ministerio de Defensa
En noviembre de 2019, el Ministerio de Defensa español, bajo la dirección de Margarita Robles, emitió una orden que prohibía el uso de dispositivos Huawei en sus sistemas de información. Esta decisión se tomó en un contexto de creciente preocupación internacional sobre la seguridad de los dispositivos de la compañía china, especialmente en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. La orden establecía que todos los empleados debían desconectar inmediatamente cualquier dispositivo Huawei de las redes del ministerio, argumentando que su uso podría representar un riesgo para la seguridad nacional.
La prohibición fue respaldada por informes de la alianza de inteligencia Five Eyes, que alertó sobre posibles riesgos de espionaje asociados con Huawei. La empresa, por su parte, defendió la seguridad de sus productos, afirmando que cumplían con los más altos estándares internacionales y que nunca había tenido incidentes de seguridad en los más de 170 países donde opera.
Sin embargo, a pesar de esta postura firme en 2019, la situación ha cambiado drásticamente en 2025. El Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, ha adjudicado un contrato de 12,3 millones de euros a Huawei para mantener un sistema de almacenamiento de datos utilizado para las escuchas telefónicas autorizadas judicialmente. Esta decisión ha generado una nueva ola de críticas y preocupaciones sobre la seguridad de los datos sensibles que podrían estar en manos de una empresa considerada de alto riesgo por muchos países, incluido Estados Unidos.
### La Reacción Internacional y las Implicaciones de Seguridad
La adjudicación del contrato a Huawei ha suscitado reacciones inmediatas a nivel internacional. Los presidentes de los comités de Inteligencia del Congreso y el Senado de Estados Unidos han expresado su preocupación y han solicitado una revisión de los acuerdos de intercambio de información entre España y Estados Unidos. Argumentan que la decisión de permitir que Huawei maneje datos sensibles podría poner en riesgo la seguridad nacional de España y, por ende, la de sus aliados.
Rick Crawford, presidente del Comité de Inteligencia del Parlamento de Estados Unidos, advirtió que «España está jugando con fuego» al permitir que una empresa china tenga acceso a información tan delicada. Además, Bruselas ha manifestado su preocupación, recordando que la Unión Europea considera a Huawei un proveedor de «alto riesgo». Esta situación ha llevado a un debate más amplio sobre la política de ciberseguridad en España, que parece estar en un estado de confusión y contradicción.
Desde el Ministerio del Interior, se ha defendido la decisión, asegurando que el contrato con Huawei no representa un riesgo para la seguridad y que cumple con los estándares requeridos por las autoridades de certificación independientes. Sin embargo, la falta de una política clara y coherente en torno a la seguridad de los dispositivos tecnológicos plantea serias dudas sobre la capacidad del gobierno para proteger la información sensible de los ciudadanos.
La contradicción entre la prohibición de 2019 y la adjudicación de 2025 refleja una falta de alineación entre los diferentes departamentos del gobierno español. Mientras que el Ministerio de Defensa considera a Huawei un riesgo, el Ministerio del Interior parece ignorar estas preocupaciones, lo que genera una percepción de desorganización y falta de estrategia en la gestión de la ciberseguridad.
### La Respuesta del Oposición y el Futuro de la Relación con Huawei
La oposición, especialmente el Partido Popular (PP), ha aprovechado esta situación para lanzar una ofensiva parlamentaria, exigiendo explicaciones al gobierno sobre la adjudicación del contrato a Huawei. Han solicitado la comparecencia de varios ministros en el Congreso y el Senado, argumentando que esta decisión es alarmante y pone en riesgo la seguridad nacional. El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ha enfatizado que «España no puede permitirse jugar con fuego» y ha exigido la remisión del expediente de contratación y todos los informes de ciberseguridad que respaldaron la elección de Huawei.
La situación actual plantea preguntas críticas sobre el futuro de la relación de España con Huawei y la dirección de su política de ciberseguridad. Con la infraestructura de Huawei aún vetada en la red 5G española, la inconsistencia en la política del gobierno podría tener repercusiones significativas en la confianza pública y en la seguridad nacional. A medida que el debate continúa, será crucial observar cómo el gobierno español aborda estas preocupaciones y si se implementarán cambios en su enfoque hacia la tecnología y la seguridad en el futuro.