La Audiencia de Madrid ha decidido archivar la causa abierta contra el productor musical Nacho Cano, relacionada con la supuesta introducción irregular de jóvenes mexicanos como becarios en su musical ‘Malinche’. La decisión se basa en la falta de indicios racionales que sugieran la comisión de delitos en este caso. Los magistrados han considerado que no hay suficientes pruebas que sustenten las acusaciones de tráfico ilegal de personas y han optado por el sobreseimiento provisional de la investigación.
La causa fue iniciada tras la denuncia de una becaria que alegó irregularidades en el proceso de contratación y entrada de los jóvenes al país. Sin embargo, la Audiencia ha determinado que el procedimiento seguido por Cano y los directivos del musical no es inusual en el contexto de la obtención de visados. Según el auto judicial, los jóvenes entraron a España como turistas y posteriormente solicitaron visados de estudiante, un método que, aunque cuestionable, no constituye un delito.
Los jueces han enfatizado que, aunque el procedimiento utilizado por Cano puede no ser el más adecuado, no se puede calificar como tráfico ilegal de personas. Esta decisión pone fin a una investigación que, según los magistrados, se había vuelto excesivamente prolija y que ya había recibido una explicación razonable por parte de los implicados.
La resolución de la Audiencia de Madrid ha sido recibida con alivio por parte de Cano y su equipo, quienes habían sostenido que su detención y la posterior investigación eran un abuso de poder. En sus declaraciones, Cano se mostró firme en su defensa, argumentando que siempre actuó dentro de la legalidad y que las acusaciones carecían de fundamento.
Este caso ha generado un amplio debate sobre las prácticas laborales en el ámbito de los musicales y la forma en que se gestionan las contrataciones de jóvenes artistas extranjeros. La situación ha puesto de relieve la necesidad de una mayor regulación y claridad en los procedimientos de visado para aquellos que desean trabajar en el sector cultural en España.
A pesar del cierre de esta investigación, la controversia en torno a la contratación de becarios en el mundo del espectáculo continúa. La denuncia inicial y la posterior atención mediática han suscitado un interés renovado en las condiciones laborales de los jóvenes artistas, así como en la responsabilidad de los productores y directores de teatro y musicales.
El caso de Nacho Cano no es un hecho aislado, ya que en los últimos años ha habido un aumento en la vigilancia sobre las prácticas laborales en la industria del entretenimiento. Las autoridades están cada vez más atentas a las denuncias de irregularidades y a la protección de los derechos de los trabajadores, especialmente en un sector donde la precariedad laboral es una realidad común.
La resolución de la Audiencia de Madrid también plantea preguntas sobre la efectividad de los mecanismos de denuncia y la protección de los denunciantes. La becaria que inició el caso ha manifestado su intención de seguir luchando por lo que considera un abuso y ha presentado una denuncia adicional por un delito de odio en redes sociales, lo que indica que la historia aún no ha terminado.
En resumen, el archivo de la causa contra Nacho Cano marca un punto de inflexión en un caso que ha captado la atención del público y ha abierto un debate sobre las prácticas laborales en el ámbito cultural. La decisión de la Audiencia de Madrid refleja la complejidad de la situación y la necesidad de un enfoque más claro y regulado en la contratación de jóvenes artistas en el país.