La consellera de Economia i Finances de la Generalitat de Catalunya, Alícia Romero, ha reafirmado la postura del Govern en relación a su política fiscal, descartando cualquier intención de adoptar el modelo tributario de Madrid. Durante su intervención en el Consejo General de Economistas en Madrid, Romero defendió la necesidad de mantener un sistema impositivo que no solo genere ingresos, sino que también promueva la equidad social y la redistribución de la riqueza.
Romero se refirió a las afirmaciones del presidente de Foment del Treball, quien había calificado a Catalunya como un «infierno fiscal». La consellera consideró esta declaración como «injusta», argumentando que el modelo fiscal catalán está diseñado para ser progresivo y justo. En este sentido, subrayó que el Govern no tiene planes de reducir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para los tramos más altos, ya que ya se ha implementado una deducción para rentas de hasta 35.000 euros. Además, se descartaron bonificaciones en los impuestos de Patrimonio y Sucesiones, enfatizando que «quien más tiene, más tiene que pagar», especialmente en un contexto donde las desigualdades sociales son cada vez más evidentes.
### Modificaciones Fiscales para Impulsar la Competitividad Empresarial
A pesar de su firmeza en mantener la estructura fiscal actual, la consellera Romero también mostró apertura hacia modificaciones fiscales puntuales que beneficien a las empresas. «No vamos a bajar impuestos a los ricos para empobrecer los servicios públicos», afirmó, pero añadió que están dispuestos a considerar bonificaciones específicas que favorezcan la competitividad empresarial. Para ello, la Generalitat ha encargado a la Universidad de Barcelona un estudio que evalúe qué cambios fiscales podrían implementarse sin afectar negativamente a los ingresos públicos.
Romero destacó que Catalunya es la comunidad autónoma con más impuestos propios, un total de quince, y que están en proceso de revisión para asegurarse de que cumplen con su propósito original. La consellera defendió una política fiscal que no solo genere ingresos, sino que también contribuya a la redistribución de la riqueza, contraponiendo su enfoque al de otros modelos, como el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La consellera también hizo hincapié en la importancia de fortalecer la financiación de las universidades públicas en Catalunya, en contraste con lo que ocurre en otras comunidades autónomas. Este enfoque se alinea con su visión de «prosperidad compartida», donde no solo se busca generar riqueza, sino también asegurar que esta sea redistribuida equitativamente entre la población.
### Un Nuevo Modelo de Financiación para Catalunya
En su intervención, Alícia Romero también abordó el tema de la financiación de las comunidades autónomas, anunciando que el 30 de junio la Generalitat presentará un esquema de modelo de financiación singular que refleje las particularidades de Catalunya. Este modelo incluirá aspectos como la gestión de la seguridad ciudadana y la Hacienda propia, y se enmarca dentro de un pacto con ERC.
Romero argumentó que algunas comunidades autónomas han asumido competencias en el estado del bienestar, lo que debería ser compensado adecuadamente. La consellera expresó su preocupación por las disparidades en la financiación, señalando que, por ejemplo, un niño en Extremadura recibe 1.000 euros más que un niño en Murcia, lo que considera una injusticia.
Además, Romero hizo un llamado a las demás comunidades autónomas para que sean constructivas en el debate sobre financiación, reconociendo que Madrid también tiene sus singularidades, como la concentración de centros económicos, pero subrayando que la valoración de estas no le corresponde a Catalunya.
La postura de la Generalitat de Catalunya, tal como la expone Alícia Romero, refleja un compromiso con una política fiscal que busca no solo la sostenibilidad económica, sino también la justicia social. En un momento en que las desigualdades son cada vez más evidentes, el Govern catalán se posiciona como un defensor de un sistema impositivo que prioriza la redistribución y el bienestar de todos los ciudadanos, en lugar de seguir modelos que podrían favorecer a unos pocos a expensas de los servicios públicos y la equidad social.
