La ciudad de Bilbao se embarca en un ambicioso proyecto para preservar su historia durante la Guerra Civil Española, un periodo que dejó una profunda huella en la memoria colectiva de sus habitantes. El Ayuntamiento ha decidido realizar un inventario de los refugios antiaéreos que se construyeron en la ciudad para proteger a la población de los bombardeos. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de EH Bildu y Elkarrekin Bilbao, busca no solo catalogar estos espacios, sino también habilitar uno de ellos para visitas públicas, además de crear un museo virtual que permita a los ciudadanos y visitantes conocer más sobre este capítulo oscuro de la historia.
La Guerra Civil Española fue un conflicto devastador que afectó a toda España, y Bilbao no fue la excepción. Con 62 ataques aéreos registrados, la ciudad se convirtió en la más bombardeada de Euskadi. En un periodo de apenas 11 meses, se construyeron hasta 269 refugios para resguardar a la población de los ataques. Este esfuerzo por parte de la ciudadanía refleja la desesperación y la necesidad de protección en tiempos de guerra. La concejala responsable del proyecto ha enfatizado que la ciudad, con una población de aproximadamente 162,000 habitantes en ese momento, tuvo que adaptarse rápidamente a la amenaza constante de los bombardeos.
El refugio de Zabalbide, uno de los espacios que se ha señalado y contextualizado desde 2021, se pensó inicialmente para ser abierto al público. Sin embargo, su estado de conservación ha llevado a los responsables a reconsiderar esta opción, buscando el refugio que se encuentre en mejores condiciones para ser visitado. La importancia de estos espacios no solo radica en su función durante la guerra, sino también en su capacidad para recordar a las víctimas y a los que sufrieron durante esos años oscuros. El concejal de Cultura y Gobernanza ha subrayado que el recuerdo de las víctimas es un deber moral que sienta las bases de la democracia, y que el olvido no es una opción en tiempos donde el populismo puede amenazar los derechos fundamentales.
La creación de un museo virtual es otro de los aspectos destacados de esta propuesta. Este museo no solo servirá como un recurso educativo, sino que también permitirá a las nuevas generaciones entender la historia de su ciudad y el impacto de la guerra en la vida cotidiana de sus antepasados. Aunque el concejal de Elkarrekin Bilbao ha señalado que lo virtual no puede sustituir a lo presencial, considera que ambos proyectos son pasos positivos hacia la recuperación de la memoria histórica. La idea es que los ciudadanos puedan experimentar, aunque sea de manera virtual, la claustrofobia y la inquietud que se vivía en esos refugios durante los bombardeos.
Sin embargo, no todos los partidos políticos están de acuerdo con esta iniciativa. El Partido Popular ha expresado su desacuerdo, argumentando que su apoyo a la propuesta se ve limitado por un “condicionante moral”. La razón principal de su oposición radica en que la propuesta proviene de EH Bildu, un partido que, según ellos, no condena el terrorismo. Este desacuerdo pone de manifiesto las tensiones políticas que aún persisten en la sociedad española en relación con la memoria histórica y la Guerra Civil. A pesar de esto, el Partido Popular ha reconocido la importancia de conocer la historia de la guerra y ha manifestado su interés en que se puedan visitar refugios y crear espacios para recordar este periodo.
La iniciativa del Ayuntamiento de Bilbao no solo busca preservar la memoria de la Guerra Civil, sino que también se enmarca en un contexto más amplio de recuperación de la historia y la cultura local. En un momento en que el populismo y la falta de respeto por los derechos humanos están en aumento, recordar y aprender de los errores del pasado se convierte en una tarea esencial. La creación de un inventario de refugios y un museo virtual representa un esfuerzo significativo para mantener viva la memoria de aquellos que vivieron la guerra y para educar a las futuras generaciones sobre la importancia de la paz y la democracia.
El proyecto de Bilbao se suma a las iniciativas de otras ciudades que ya han implementado visitas a refugios, como Alcoy, Santander y Barcelona. Estas experiencias permiten a los visitantes no solo aprender sobre la historia, sino también sentir la angustia y el miedo que experimentaron aquellos que se refugiaron en estos espacios. La propuesta del Ayuntamiento de Bilbao es, por tanto, un paso hacia la visibilización de un pasado que, aunque doloroso, es fundamental para entender la identidad y la historia de la ciudad. Con este inventario y el museo virtual, Bilbao se posiciona como un ejemplo de cómo las ciudades pueden abordar su historia de manera constructiva y educativa, fomentando un diálogo sobre el pasado que contribuya a un futuro más pacífico y respetuoso.
