La reciente decisión del BBVA de continuar con su oferta pública de adquisición (OPA) sobre el Banco Sabadell ha generado un intenso debate en el ámbito financiero. A pesar de la determinación del banco vasco, los mercados han respondido de manera adversa, evidenciando que el valor bursátil del Sabadell supera considerablemente la oferta presentada. Este artículo explora las dinámicas de esta OPA, las reacciones del mercado y las posibles estrategias que el BBVA podría adoptar para hacer viable su propuesta.
### La Resistencia del Mercado y la Brecha de Valor
El lunes, tras la decisión del BBVA de seguir adelante con su OPA, las acciones del Sabadell experimentaron un incremento del 0,99%, mientras que las del BBVA cayeron un 1,87%. Esta reacción del mercado indica que los inversores consideran que los términos de la oferta no son suficientemente atractivos. Actualmente, el valor bursátil del Sabadell es un 8,6% superior al canje propuesto por el BBVA, lo que representa una brecha de 1.561 millones de euros que el banco deberá cerrar para convencer a los accionistas del Sabadell.
Analistas de diferentes instituciones financieras han coincidido en que la probabilidad de éxito de la OPA es baja a menos que el BBVA mejore su oferta. Según Bankinter, “la probabilidad de éxito es reducida si BBVA no eleva la oferta”. Renta4 también ha señalado que para tener opciones de éxito, el BBVA debería ajustar los términos para que el canje sea más atractivo, incorporando una mayor componente en efectivo. Esta situación pone al BBVA en una posición complicada, ya que debe equilibrar la necesidad de mejorar su oferta sin arriesgarse a pagar un precio excesivo por el Sabadell.
### Estrategias Potenciales para el BBVA
A pesar de los desafíos, el BBVA cuenta con ciertos elementos a su favor. Uno de ellos es su sólido capital, que supera los 5.000 millones de euros, lo que le brinda la capacidad financiera para elevar su oferta. Sin embargo, el banco debe ser cauteloso y considerar las implicaciones de una compra que podría resultar demasiado costosa. Los analistas de Alantra han advertido que una OPA hostil podría “destruir valor” para los accionistas del BBVA, lo que añade presión sobre la dirección del banco para que actúe con prudencia.
El BBVA tiene varias opciones a su disposición. Podría optar por mantener los términos actuales de la OPA, mejorar la oferta, añadir efectivo a la propuesta o reducir el umbral de aceptación, que actualmente está fijado en el 49,3% de las acciones. La estrategia de fijar un periodo de aceptación de 30 días, que podría extenderse hasta 70 días, también le da al BBVA flexibilidad para ajustar su oferta en función de la respuesta del mercado.
Además, el BBVA podría utilizar la venta del TSB como un argumento para mejorar su oferta. La cifra de 1.561 millones de euros que separa la oferta del valor de mercado del Sabadell se asemeja a lo que el BBVA podría recibir en dividendos tras la venta de su filial británica. Esto podría permitirle ajustar su oferta de manera que sea más atractiva para los accionistas del Sabadell sin comprometer su posición financiera.
El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha decidido seguir un camino diferente al de otros ejecutivos en el sector, como el de Unicredit, que ha retirado su OPA bajo presiones políticas. Esta decisión refleja la determinación del BBVA de seguir adelante con su estrategia, a pesar de los riesgos asociados. Sin embargo, la incertidumbre sobre las sinergias y el tiempo necesario para una posible fusión añade una capa adicional de complejidad a la situación.
En el contexto actual, el BBVA debe actuar con rapidez y decisión. La OPA sigue abierta hasta al menos octubre, y aunque la posibilidad de una contraoferta por parte de un “caballero blanco” es remota, sigue siendo una variable a considerar. La dirección del BBVA tiene la responsabilidad de evaluar cuidadosamente sus opciones y tomar decisiones que no solo busquen la adquisición del Sabadell, sino que también protejan el valor para sus propios accionistas.
En resumen, la OPA del BBVA sobre el Sabadell es un reflejo de las complejidades del mercado financiero actual. La respuesta del mercado y las estrategias que el BBVA decida implementar serán cruciales para determinar el futuro de esta operación y su impacto en el sector bancario español.