La investigación sobre la relación entre los marcadores genéticos y las características faciales ha dado un paso significativo gracias al trabajo del equipo BIOMICs de la Universidad del País Vasco. Este grupo ha identificado diez marcadores genéticos que están estrechamente relacionados con la morfología facial de la población de la península ibérica. La investigadora Belen Navarro, autora del estudio, destaca la importancia de realizar investigaciones específicas en poblaciones para desarrollar modelos predictivos que permitan reconstruir el rostro de una persona a partir de muestras de ADN.
La obtención de datos sobre la apariencia física puede ser crucial en casos penales, ya que puede ayudar a identificar sospechosos o a localizar personas desaparecidas. El análisis del ADN se ha convertido en una herramienta fundamental en la biología forense, ya que permite la identificación de individuos al comparar perfiles genéticos con muestras de referencia. Los últimos avances en el campo de la genética forense se centran en la capacidad de determinar características externas a partir del ADN, lo que puede ser especialmente útil en situaciones donde se dispone de pocos restos biológicos.
Belen Navarro explica que el objetivo de su investigación es utilizar ciertos marcadores para predecir la forma del rostro en escenas del crimen o cuando solo se encuentran restos óseos. En muchos casos, las muestras de ADN disponibles son limitadas, lo que impide el análisis de todos los marcadores deseados. Por ello, es crucial reducir la cantidad de marcadores a los más significativos, aquellos que tienen un mayor peso en la predicción de las características faciales.
El equipo de BIOMICs ha llevado a cabo un estudio en el que se seleccionaron 116 marcadores de ADN para investigar su relación con las características faciales de aproximadamente 500 individuos de diferentes regiones de la península ibérica. Se eligieron genes y marcadores genéticos que ya estaban relacionados con la morfología facial en otras poblaciones europeas, con el fin de comprobar si existían correlaciones en la población estudiada. La investigadora señala que, tras el análisis, se busca identificar los marcadores más informativos para su uso en futuros estudios forenses, especialmente en situaciones donde el ADN disponible es escaso.
Para llevar a cabo esta investigación, el equipo escaneó los rostros de voluntarios, tomando puntos de referencia cefalométricos para estudiar cómo varían las características faciales, como la forma de los ojos, la nariz y la anchura del rostro. A partir de las muestras de ADN, se analizaron los marcadores genéticos y se evaluó si existía alguna relación entre las variaciones faciales y los marcadores estudiados. Los resultados han mostrado asociaciones significativas en diferentes segmentos del rostro, lo que sugiere que algunos de los marcadores identificados tienen correlaciones que no se habían observado en investigaciones anteriores.
La importancia de realizar estudios en poblaciones de referencia se ha vuelto evidente a partir de estos hallazgos. Navarro enfatiza que es esencial investigar los marcadores candidatos en diversas poblaciones para identificar aquellos que proporcionan información precisa. Aunque muchas investigaciones previas han considerado las poblaciones europeas como homogéneas, su trabajo demuestra que pueden existir diferencias significativas dentro de la población estudiada. Esto sugiere que sería beneficioso realizar investigaciones específicas en subpoblaciones más pequeñas, además de los estudios a gran escala en Europa.
Este enfoque podría ser clave para el desarrollo de modelos predictivos en el futuro. Sin embargo, es fundamental proceder con cautela y rigor. Navarro menciona que los resultados deben ser validados con un mayor número de individuos y que se deben realizar pruebas en otras localidades para determinar si los hallazgos son aplicables a otras regiones del sur de Europa o si son específicos de su entorno.
Actualmente, el equipo continúa su investigación utilizando otros métodos para medir las características faciales. Están empleando medidas antropológicas definidas, como la distancia entre los ojos, la distancia entre la nariz y la boca, y la distancia entre los bordes de los labios. El siguiente paso en su investigación será intentar desarrollar modelos predictivos que, por ejemplo, permitan anticipar la distancia facial de una persona a partir de ciertos genotipos. Esto podría abrir la puerta a la posibilidad de reconstruir el rostro de un individuo de manera aproximada. Sin embargo, para lograrlo, es necesario validar estos avances en una población mucho más amplia.