La reciente noticia sobre el récord de recaudación de las haciendas vascas ha generado un amplio debate entre los diferentes partidos políticos de la región. Con una cifra estimada de 20.092 millones de euros para el final del año, el PNV ha calificado este logro como «una buena noticia», destacando que se ha alcanzado sin aumentar la carga fiscal. Sin embargo, otros partidos, como EH Bildu y el PP, han expresado sus preocupaciones sobre la equidad del modelo fiscal y su impacto en los ciudadanos.
El portavoz del PNV, Joseba Díez Antxustegi, ha subrayado que este aumento en la recaudación permitirá destinar más recursos a áreas esenciales como la educación, la sanidad y el transporte público. Según él, la clave del éxito radica en la capacidad de Euskadi para atraer inversiones y fomentar una economía activa, lo que ha permitido incrementar la recaudación sin necesidad de subir impuestos. Antxustegi también ha mencionado que el próximo ejercicio se implementará una revisión fiscal que incluirá más deducciones y beneficios para los jóvenes y las clases medias, lo que podría mejorar aún más la situación fiscal de la región.
Por otro lado, EH Bildu ha criticado el modelo fiscal vigente, argumentando que la mayor parte de la carga recae sobre las rentas de los trabajadores, mientras que las contribuciones del impuesto de sociedades han disminuido. Arkaitz Rodríguez, parlamentario de EH Bildu, ha calificado la situación como «un modelo fiscal injusto» que no exige suficiente responsabilidad a las rentas del capital. Rodríguez ha propuesto que, en el marco de la reforma fiscal, se busque una mayor equidad en la recaudación, sugiriendo que aquellos con mayores ingresos deberían contribuir más al sistema.
Desde el PSE-EE, Pau Blasi ha defendido que la recaudación es el resultado de una reforma fiscal positiva y ha instado a que los presupuestos sean expansivos, a pesar del contexto de incertidumbre global. Blasi ha señalado que, aunque es necesario ser cautelosos, también es fundamental ser ambiciosos y coherentes con los compromisos adquiridos en el acuerdo de Gobierno. Ha enfatizado que el crecimiento de la recaudación debe ser utilizado para reforzar los servicios públicos y no para restringir el gasto.
En contraste, la parlamentaria del PP, Laura Garrido, ha expresado su preocupación por el impacto de la recaudación en las clases medias y bajas, argumentando que la subida del IRPF ha afectado negativamente a estos grupos. Garrido ha señalado que la recaudación ha aumentado debido a la inflación y a la falta de deflactación del IVA, lo que ha reducido el poder adquisitivo de los ciudadanos. Además, ha advertido sobre la fuga de empresas debido a un aumento en el impuesto de sociedades, lo que podría tener repercusiones negativas en la economía vasca.
El debate sobre la recaudación y el modelo fiscal en Euskadi refleja una tensión entre la necesidad de financiar servicios públicos y la preocupación por la equidad en la carga fiscal. Mientras que algunos partidos celebran el aumento en la recaudación como un signo de una economía saludable, otros advierten sobre los riesgos de un sistema que podría estar penalizando a los trabajadores y a las clases medias. La discusión sobre cómo equilibrar estos intereses será crucial en los próximos meses, especialmente a medida que se acerque la aprobación de los presupuestos para el próximo año.
A medida que se desarrollan estos debates, es evidente que la recaudación fiscal y el modelo impositivo seguirán siendo temas candentes en la política vasca. La capacidad de los partidos para llegar a un consenso sobre cómo abordar estas cuestiones podría tener un impacto significativo en la vida de los ciudadanos y en la salud económica de la región. La forma en que se gestionen estos recursos y se distribuyan las cargas fiscales será fundamental para garantizar un futuro sostenible y equitativo para todos los vascos.