El entrenador del Bilbao Basket, Jaume Ponsarnau, se mostró reflexivo tras la derrota de su equipo en Málaga, un resultado que, aunque esperado, dejó lecciones importantes para el futuro. En sus declaraciones, Ponsarnau enfatizó que no hay mucho que lamentar, sino más bien un aprendizaje que extraer de la experiencia.
Desde el inicio del partido, el Bilbao Basket se encontró con un Unicaja que mostró una intensidad abrumadora. Ponsarnau destacó que los primeros minutos fueron cruciales, ya que el equipo local impidió que los hombres de negro pudieran conectar sus jugadas de manera fluida. «Todo lo que sacábamos era improvisado», comentó el técnico, quien reconoció que el rival supo aprovechar cada pequeño error defensivo.
A medida que avanzaba el encuentro, el Bilbao Basket logró mejorar su rendimiento, especialmente en el tercer cuarto. Ponsarnau mencionó que, al repartir la energía entre los jugadores, encontraron una forma de mantenerse competitivos en el partido. «Hemos tenido más dinamismo y ritmo, y algo de acierto para estar en el partido», explicó. Sin embargo, a pesar de esta mejora, el equipo no pudo evitar que el Unicaja, liderado por Tillie, continuara presionando su defensa.
Uno de los puntos críticos que Ponsarnau identificó fue la defensa en situaciones de bloqueo dinámico. El técnico lamentó que su equipo no pudo contener los ataques del Unicaja, lo que resultó en varios mates sencillos para el rival. «Han encontrado nuestro punto débil y lo han castigado», señaló, subrayando la necesidad de mejorar en este aspecto.
La ausencia de jugadores clave como Pantzar y Frey también fue un factor que complicó el desarrollo del juego para el Bilbao Basket. Ponsarnau mencionó que la presión sobre Kullamae fue intensa y que esto afectó su rendimiento en la cancha. A pesar de las dificultades, el entrenador se mostró optimista sobre el futuro, reconociendo que cada partido es una oportunidad para aprender y crecer como equipo.
Además de analizar el rendimiento del equipo, Ponsarnau aprovechó la ocasión para felicitar a Alberto Díaz por alcanzar la cifra de 500 partidos con el Unicaja. También se refirió a Pepe Pozas, un canterano del club que fue homenajeado tras su retirada, destacando la importancia de estos momentos en el baloncesto.
El Bilbao Basket, a pesar de la derrota, sigue buscando la manera de mejorar y adaptarse a las circunstancias. La experiencia adquirida en este partido será fundamental para enfrentar los próximos desafíos en la temporada. Con un enfoque en el aprendizaje y la mejora continua, el equipo espera regresar más fuerte en sus próximos encuentros.