La economía española ha mostrado una tendencia estacional que afecta negativamente al empleo durante el primer trimestre del año. Este fenómeno se ha vuelto habitual, y en 2025 no ha sido la excepción. La finalización de la campaña navideña y la baja actividad turística, acentuada por el hecho de que la Semana Santa se celebró fuera de este periodo, han contribuido a una notable pérdida de empleos. En total, se han registrado 92.500 empleos menos, lo que se traduce en un aumento de 194.000 desempleados, marcando el mayor incremento en este periodo desde 2013.
El aumento del desempleo se puede atribuir, en parte, al crecimiento de la población activa, que incluye a aquellos que están empleados o buscan activamente trabajo. En el primer trimestre de 2025, la población activa creció en 101.000 personas, de las cuales 98.000 eran extranjeras. Aunque estos datos son preocupantes en comparación con el trimestre anterior, la evolución anual muestra un panorama más positivo, con un incremento de medio millón de empleos en el último año y una reducción del paro en 189.000 personas.
En términos de ocupación, se ha perdido un 0,4% de empleos, lo que representa una caída menor que la del mismo periodo del año anterior, cuando se perdieron 140.000 empleos. Es importante señalar que el año 2023 fue excepcional, con una estabilidad en la ocupación durante el primer trimestre, mientras que en 2021 y 2022 se registraron caídas similares a las de este año. Actualmente, el número total de ocupados se sitúa en 21,76 millones de personas. Los sectores más afectados por la pérdida de empleo son los servicios, con 112.000 empleos menos, seguido de la industria, mientras que la agricultura ha visto un aumento de 25.000 ocupados.
La tasa de desempleo ha aumentado hasta el 11,4%. Este incremento en la ocupación, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada recientemente, no es inesperado, ya que se alinea con las tendencias estacionales del mercado laboral. Sin embargo, al ajustar estos datos para eliminar el efecto estacional, se observa un aumento de 159.700 ocupados, lo que indica que el mercado laboral tiene un dinamismo subyacente.
El inicio del año ha tenido un alto costo en términos de desempleo, con 193.000 nuevos parados, la cifra más alta en un primer trimestre en más de una década. Comparado con los 117.000 parados del primer trimestre de 2023, el aumento actual es significativo. El impacto del desempleo ha sido generalizado, afectando a todos los sectores, siendo la construcción el más afectado con 125.000 nuevos parados, seguido por la industria y la agricultura.
Al analizar los datos por nacionalidad, se observa que de los 193.000 nuevos parados, 148.000 son españoles y 45.000 son extranjeros. Esto ha llevado a un aumento de ocho décimas en la tasa de desempleo, que se sitúa en el 11,36%, la más alta en un año. Sin embargo, al comparar estos datos con el mismo periodo del año anterior, se observa que la tasa de desempleo es la más baja desde 2009. Aunque la tasa sigue en niveles de dos dígitos, ha experimentado una reducción significativa en los últimos años, a excepción del año de la pandemia, cuando se produjo un repunte.
Desde el Ministerio de Economía, se ha destacado que estos datos reflejan el dinamismo del mercado laboral, que continúa creando empleo, aunque de manera estacional. Se enfatiza que el mercado laboral español es altamente estacional, lo que afecta negativamente los primeros meses del año. A pesar de los desafíos actuales, la tendencia a largo plazo sugiere una mejora en la creación de empleo y una mayor estabilidad en el mercado laboral, especialmente en sectores de mayor valor añadido. La situación actual del empleo en España es un recordatorio de la complejidad del mercado laboral y la necesidad de políticas que aborden tanto la estacionalidad como el crecimiento sostenido del empleo.