La ola de calor que ha afectado a Euskadi durante los últimos diez días ha comenzado a dar un respiro a los habitantes de la región. Tras una noche tropical en la que las temperaturas mínimas no descendieron de los 20 grados en más de 50 localidades, se espera que este miércoles las temperaturas experimenten un alivio significativo. Sin embargo, este alivio será temporal, ya que se anticipa un nuevo aumento de las temperaturas a partir del jueves.
La noche del martes al miércoles fue especialmente cálida, con Bizkaia y Gipuzkoa registrando las mínimas más altas. En la estación meteorológica de Jaizkibel, ubicada en Lezo, se alcanzaron los 25,5 grados, lo que refleja la intensidad del calor en la zona. En Gipuzkoa, 17 municipios experimentaron temperaturas nocturnas superiores a los 20 grados, destacando localidades como Hondarribia, Irun y Zarautz, donde las mínimas fueron de 24,7, 24,3 y 23,5 grados, respectivamente.
En Bizkaia, el calor también se hizo sentir, con 22 localidades reportando temperaturas nocturnas por encima de los 20 grados. La estación de monte Untzueta, en Orozko, registró la mínima más alta de la región con 24,7 grados. Otras áreas montañosas, como La Garbea y Oiz, también reportaron temperaturas elevadas, alcanzando valores de 23,7 y 22,8 grados, respectivamente. En las zonas más urbanas, Sestao y Zorroza también sufrieron el calor, con mínimas de 23,3 y 23,1 grados.
En Álava, aunque las temperaturas fueron más moderadas, la mínima más alta se registró en Vitoria, alcanzando los 22,2 grados. En total, ocho estaciones meteorológicas en esta provincia no bajaron de los 20 grados, lo que indica que el calor ha sido una constante en todo el territorio vasco. Cabe destacar que la estación de Gardea, en Llodio, marcó la temperatura máxima más alta del día anterior con 44 grados, aunque no es el récord histórico en la región, que se sitúa en 45 grados, registrado en Iurreta en 2012.
A pesar de que este miércoles se prevé un alivio térmico, con máximas que no superarán los 34 grados en algunas zonas, el Departamento de Seguridad ha emitido un aviso amarillo en Álava. Este aviso indica que, aunque las temperaturas serán más bajas que en días anteriores, aún se deben tomar precauciones para evitar golpes de calor y otros problemas de salud relacionados con el calor extremo.
La ola de calor ha tenido un impacto significativo en la salud pública, con un aumento notable en las muertes relacionadas con las altas temperaturas en comparación con el año anterior. Este incremento ha llevado a las autoridades a intensificar las campañas de concienciación sobre los riesgos del calor extremo y la importancia de mantenerse hidratado y protegido del sol.
A medida que se acerca el fin de la semana, se anticipa que las temperaturas volverán a elevarse, especialmente en Álava, donde se espera un aumento considerable a partir del jueves. Este patrón de temperaturas fluctuantes es característico de la época estival en Euskadi, donde las olas de calor pueden ser seguidas de periodos de alivio, pero siempre con la posibilidad de un nuevo ascenso térmico.
La población debe estar atenta a las recomendaciones de las autoridades y seguir las pautas de seguridad para protegerse del calor. Esto incluye evitar la exposición directa al sol durante las horas pico, mantenerse bien hidratado y buscar lugares frescos para descansar. Las autoridades locales también están trabajando para garantizar que las instalaciones públicas, como centros de salud y espacios comunitarios, estén disponibles para aquellos que necesiten refugio del calor.
En resumen, aunque este miércoles se presenta como un día de alivio en medio de la ola de calor que ha afectado a Euskadi, la situación es temporal y se espera que las temperaturas vuelvan a aumentar en los próximos días. La población debe seguir las recomendaciones de seguridad y estar preparada para enfrentar las condiciones climáticas cambiantes que caracterizan el verano en la región.