La película ‘Karmele’, dirigida por Asier Altuna, ha capturado la atención del público y la crítica, en gran parte gracias a la excepcional banda sonora compuesta por Aitor Etxebarria. Este músico, que ha encontrado su lugar en el mundo del cine, describe su trabajo en esta producción como uno de los más desafiantes y gratificantes de su carrera. En una conversación reciente, Etxebarria compartió sus reflexiones sobre el proceso creativo detrás de la música de ‘Karmele’, así como su trayectoria en la industria audiovisual.
La música de ‘Karmele’ no es solo un acompañamiento; es un elemento narrativo que enriquece la historia de amor, exilio y compromiso político de una pareja vasca. Etxebarria destaca que la complejidad de la banda sonora radica en su diversidad, que abarca desde jazz y coros hasta elementos orquestales y minimalistas. «El comienzo es casi un musical», explica, enfatizando cómo la música acompaña a los personajes en su viaje desde Bizkaia hasta París y Caracas, reflejando sus vivencias y emociones a lo largo de la trama.
### Un Proceso Creativo Colaborativo
El trabajo de Etxebarria en ‘Karmele’ comenzó hace dos años, con un intenso proceso de preproducción. La película, que aborda temas históricos y culturales, requería que la música estuviera completamente compuesta y aceptada antes de iniciar el rodaje. «Hubo mucha gestión y coordinación, ya que casi 150 personas me han acompañado en este proyecto», comenta el compositor. Esta colaboración no solo le permitió explorar diferentes estilos musicales, sino que también le brindó la oportunidad de aprender de otros profesionales en el campo.
Aitor Etxebarria se siente afortunado de haber encontrado su camino en el cine, un sueño que comenzó en la Escuela de Cine de Euskadi. A lo largo de su carrera, ha trabajado en diversos proyectos, desde pequeños cortometrajes hasta producciones más ambiciosas. «El éxito es que me sigan llamando para proyectos cada vez más interesantes», dice, reflejando su deseo de permanecer en la industria y contribuir con su arte.
La música en ‘Karmele’ no solo acompaña la narrativa, sino que también actúa como un personaje más dentro de la historia. Etxebarria explica que, al principio, la música es alegre y juvenil, reflejando la vitalidad de los protagonistas. Sin embargo, a medida que la trama se oscurece, la música también se transforma, dejando espacio para el silencio y la reflexión. «Asier busca un tono más seco, de cine europeo a lo Tarkovsky», añade, lo que demuestra su compromiso con una narrativa auténtica y emocional.
### La Evolución de un Compositor
A lo largo de su carrera, Etxebarria ha experimentado una evolución significativa en su estilo musical. Aunque ha trabajado en diversos géneros, su enfoque en el cine le ha permitido explorar nuevas sonoridades y técnicas. En su reciente trabajo, también estrenó ‘Zeru ahoak’, un thriller que presenta una música muy diferente a la de ‘Karmele’. «Me gusta trabajar con Koldo Almandoz porque defiende que nos quitemos todos los prejuicios», comenta, destacando su deseo de experimentar y romper barreras en su composición.
La formación de los actores también fue un aspecto importante en la producción de ‘Karmele’. Etxebarria menciona que Eneko Sagardoy y Jone Laspiur tomaron clases de trompeta y piano para dar vida a sus personajes de manera más auténtica. Sin embargo, la grabación final fue realizada por músicos profesionales, lo que garantiza un nivel de calidad en la banda sonora.
A pesar de su éxito en el cine, Etxebarria no olvida sus raíces como músico en vivo. Reconoce que extraña la energía y visceralidad de actuar en un escenario, pero también está emocionado por las oportunidades que se le presentan en el ámbito audiovisual. Recientemente, ha sido invitado a presentar su obra sinfónica ‘Gernika 85’ en la Bienal de Arte Europea en Amberes, un evento que promete ser un hito en su carrera.
Aitor Etxebarria continúa explorando su pasión por la música y el cine, y su trabajo en ‘Karmele’ es un testimonio de su dedicación y talento. Con una carrera en ascenso y una visión clara de su futuro, este compositor vasco está destinado a dejar una huella significativa en la industria del cine y la música.