Hong Kong se posiciona como un líder emergente en la economía de productos de propiedad intelectual, un sector que ha cobrado gran relevancia en los últimos años. Con un valor estimado de hasta 50.000 millones de dólares, esta economía está impulsada por empresas innovadoras como Pop Mart, que ha capturado la atención de la Generación Z a través de sus populares figuras de colección, como Labubu. Este fenómeno no solo refleja un cambio en las tendencias de consumo, sino que también destaca la importancia de la cultura y la identidad en el desarrollo de productos que resuenen con los jóvenes consumidores.
### La Revolución de los Artículos de Colección
Los productos de propiedad intelectual, comúnmente conocidos como ‘guzi’, abarcan una amplia gama de artículos, desde figuras de diseño hasta juguetes y colaboraciones entre creadores y marcas reconocidas. Este mercado ha visto un crecimiento exponencial, con proyecciones que indican que el número de aficionados a estos artículos en China alcanzará los 520 millones en el próximo año. La economía de bienes de propiedad intelectual podría casi duplicarse, pasando de 169.000 millones de yuanes (aproximadamente 19.574 millones de euros) en el último año a 300.000 millones de yuanes (41.668 millones de dólares) en 2029.
Pop Mart, como líder en este sector, ha sabido capitalizar la nostalgia y el deseo de los consumidores por productos que no solo son coleccionables, sino que también cuentan con un trasfondo cultural significativo. La compañía ha logrado que sus productos resuenen con la Generación Z, que busca experiencias y conexiones emocionales a través de sus compras. La popularidad de Labubu, un personaje diseñado por el artista Lung Ka-sing, ha sido un factor clave en este crecimiento. Desde su lanzamiento en 2015, Labubu ha evolucionado en una familia de personajes que han capturado la imaginación de los jóvenes, convirtiéndose en un símbolo de la cultura contemporánea.
El fenómeno de ‘kidulting’, donde los adultos muestran un creciente interés por juguetes que tradicionalmente eran considerados infantiles, ha contribuido a este auge. En China, cada vez más adultos están invirtiendo en juguetes de colección como una forma de escapar del estrés cotidiano y reconectar con su niño interior. Esta tendencia ha transformado la cultura del coleccionismo, convirtiendo a los juguetes en objetos de deseo que trascienden la mera diversión infantil.
### Implicaciones Económicas y Culturales
El impacto económico de la propiedad intelectual en Hong Kong es significativo. Entre 2019 y 2021, estos sectores contribuyeron a cerca de un tercio del PIB de la ciudad, generando más de un millón de empleos. El ministro de Finanzas de Hong Kong, Paul Chan, ha reconocido el potencial de este sector y ha anunciado el apoyo a más de una treintena de proyectos culturales en los próximos años, mediante deducciones fiscales en tasas de licencia de derechos. Este enfoque no solo busca fomentar la innovación, sino también asegurar que Hong Kong mantenga su competitividad frente a otras economías asiáticas.
La popularidad de productos como Labubu ha llevado a un crecimiento impresionante en el valor de las acciones de Pop Mart, que han aumentado casi un 900 % en el último año. Este crecimiento ha sido impulsado por la popularidad global de Labubu, que ha encontrado un lugar en el corazón de los coleccionistas y ha generado un fervor significativo en el mercado. La escasez de disponibilidad de estos productos ha llevado a que muchos aficionados busquen adquirirlos a través de plataformas como TikTok Live, donde los vendedores interactúan en tiempo real con los compradores, creando un ambiente de competencia y emoción.
Las proyecciones de crecimiento para Pop Mart son optimistas, con JPMorgan anticipando un aumento de más del 150 % en los ingresos globales de la empresa este año, y un crecimiento anual compuesto del 42 % hasta 2027. Además, se estima que el valor bruto de mercancía de la serie Labubu podría alcanzar los 14.000 millones de yuanes (1.944 millones de dólares) en dos años. Este crecimiento no solo refleja la resiliencia del negocio, sino también la capacidad de la empresa para adaptarse a las tendencias cambiantes del mercado y las preferencias de los consumidores.
En un contexto más amplio, la economía de productos de propiedad intelectual en Hong Kong representa una oportunidad única para que la ciudad se destaque en el panorama global. La necesidad de innovar y crear productos que reflejen la identidad cultural única de Hong Kong es crucial para no quedar rezagada frente a otras economías asiáticas. A medida que el interés por los productos de propiedad intelectual continúa creciendo, Hong Kong tiene la oportunidad de convertirse en un centro neurálgico para la creatividad y la innovación en este sector.