La globalización ha sido un fenómeno que ha transformado las relaciones internacionales y la economía mundial desde finales del siglo XX. Sin embargo, un reciente informe del Real Instituto Elcano sugiere que estamos en un punto de inflexión en este proceso, donde el poder duro, es decir, la dimensión militar y las políticas industriales, están volviendo a cobrar protagonismo. Este cambio de paradigma se hace evidente en el contexto actual, donde las dinámicas de poder están en constante evolución y las estrategias de los países se adaptan a un nuevo orden mundial.
### La Evolución del Índice de Presencia Global
El Índice Elcano de Presencia Global, que mide y compara la evolución de la globalización desde 1990, ha revelado datos significativos sobre la situación actual de las principales potencias mundiales. Estados Unidos se mantiene en la primera posición del ranking, consolidando su influencia global, mientras que China, que ocupa el segundo lugar, ha experimentado una disminución en su presencia global por primera vez en la historia del índice. Este fenómeno es indicativo de un cambio en las dinámicas de poder, donde la hegemonía estadounidense parece reforzarse en un contexto de creciente competencia internacional.
El informe destaca que, a pesar de la distancia entre Estados Unidos y China, el mundo no está cerca de una nueva bipolaridad. La Unión Europea, aunque enfrenta desafíos internos, sigue teniendo una presencia global significativa. Sin embargo, su capacidad para proyectar esta influencia hacia el exterior se ve limitada por la heterogeneidad de sus estados miembros. En este sentido, España ha logrado posicionarse como el país de la UE que más ha incrementado su presencia global entre 2023 y 2024, lo que refleja un cambio positivo en su política exterior.
### El Resurgimiento del Poder Duro
El informe del Real Instituto Elcano también señala un cambio notable en la naturaleza de la globalización. Después de la Guerra Fría, se promovió un enfoque en la desmilitarización y el soft power, donde la economía y la cultura desempeñaban un papel crucial en las relaciones internacionales. Sin embargo, el contexto actual, marcado por la pandemia y conflictos bélicos, ha llevado a un resurgimiento del poder duro. Esto se traduce en un aumento de la presencia militar de varios países, tanto en términos de equipamiento como de despliegue de tropas en el extranjero.
La militarización de las relaciones internacionales ha vuelto a ser una realidad, especialmente en Europa, donde la guerra ha reconfigurado las prioridades de seguridad. Estados Unidos, a pesar de haber disminuido su enfoque en el soft power, sigue siendo el líder en términos de capacidad militar y en otras dimensiones de poder. Este liderazgo se manifiesta en su capacidad para influir en la política global y en su papel como garante de seguridad para muchos países aliados.
Por otro lado, China, aunque se ha consolidado como la «fábrica del mundo», no ha logrado expandir su influencia blanda ni liderar en indicadores económicos o militares. A pesar de su avance tecnológico, la dependencia de recursos externos se percibe como una debilidad que limita su capacidad para proyectar poder en el escenario internacional. Según Manuel García, coordinador del proyecto Índice Elcano, esta situación ha transformado el orden multilateral en una competencia entre estados, donde la autosuficiencia se convierte en un objetivo prioritario.
### Implicaciones para el Futuro
El cambio hacia un enfoque más militarizado en las relaciones internacionales plantea importantes preguntas sobre el futuro de la globalización. A medida que el poder duro vuelve a ser relevante, es probable que veamos un aumento en las tensiones entre las potencias globales. La competencia por recursos, la influencia política y la seguridad se intensificarán, lo que podría llevar a un entorno internacional más conflictivo.
Además, la capacidad de los países para adaptarse a este nuevo contexto será crucial. Aquellos que logren equilibrar su poder militar con estrategias efectivas de soft power tendrán una ventaja competitiva en el escenario global. La cooperación internacional y la diplomacia seguirán siendo esenciales, pero el enfoque deberá ser más pragmático y centrado en la seguridad.
En resumen, el informe del Real Instituto Elcano subraya un cambio significativo en la dinámica de la globalización, donde el poder duro vuelve a tomar protagonismo. Este fenómeno no solo afecta a las relaciones entre las grandes potencias, sino que también tiene repercusiones en la política y la economía de los países más pequeños. La adaptación a este nuevo orden será un desafío para todos los actores en el escenario internacional.