La profesora Patricia Eguidazu ha lanzado un libro titulado ‘El día que dejé de comprar ropa’, que se presenta como un manual para entender nuestro cuerpo y gestionar de manera más consciente nuestras decisiones de compra. A través de su método TriziaZu, Eguidazu busca empoderar a las mujeres para que compren de forma racional, alineando sus emociones con sus necesidades reales.
En una reciente entrevista, Eguidazu reflexionó sobre su trayectoria y el impacto que ha tenido su método en la vida de muchas mujeres. Comenzó a compartir consejos en redes sociales, y la respuesta fue abrumadora. Su primer cliente fue una podóloga vasca, y rápidamente su lista de espera creció, lo que la llevó a digitalizar su oferta para atender la demanda.
La profesora también abordó el tema del consumismo y la moda rápida, señalando que, aunque muchas personas son conscientes del daño ambiental que esta industria causa, no todas comprenden el impacto emocional que tiene en su autoestima. Muchas mujeres llegan a ella sintiéndose mal por sus hábitos de compra, y Eguidazu enfatiza que el verdadero problema radica en la falta de conciencia sobre cómo el consumismo afecta su bienestar emocional.
Uno de los puntos más destacados de su discurso es la relación entre las tallas y la autoestima. Eguidazu menciona que las tallas son una fuente de ansiedad y complejos, y que es fundamental aprender a ver más allá de los números. La presión social y la asignación de valores a las tallas han llevado a muchas mujeres a sentirse inseguras, cuando en realidad, lo que importa son las medidas y cómo se sienten con su cuerpo.
La profesora propone que aprender a comprar ropa es, en esencia, un proceso de autoconocimiento y aceptación. Al conocer mejor su cuerpo y entender qué prendas les favorecen, las mujeres pueden mejorar su autoestima y reducir la frustración en los probadores. Este enfoque no solo promueve una relación más saludable con la moda, sino que también fomenta una mayor sostenibilidad emocional.
Eguidazu también aborda la sostenibilidad medioambiental, presentando cifras alarmantes sobre la producción de ropa. Se producen anualmente alrededor de 100.000 millones de prendas, de las cuales 50.000 millones se desechan en menos de un año. La situación se agrava con la quema de prendas que no se venden, lo que contribuye a la crisis ambiental. La profesora subraya la necesidad de un cambio en la industria de la moda, especialmente con la irrupción del ultra fast fashion, que produce prendas a un ritmo insostenible.
La regulación de estas marcas ha sido un tema de discusión, pero Eguidazu critica que las medidas propuestas son insuficientes. La idea de que una prenda pueda costar solo 2 euros es incomprensible para ella, dado el costo de producción y el trabajo detrás de cada pieza. Esto plantea interrogantes sobre la ética de la industria y cómo las marcas pueden mantener precios tan bajos sin comprometer la calidad o las condiciones laborales.
En resumen, el enfoque de Patricia Eguidazu hacia la moda es un llamado a la reflexión sobre nuestras decisiones de compra y su impacto en nuestra vida emocional y en el medio ambiente. A través de su método y su libro, busca empoderar a las mujeres para que tomen el control de sus armarios y, al mismo tiempo, contribuyan a un futuro más sostenible en la industria de la moda.