La emoción por el próximo derbi catalán entre el RCD Espanyol y el FC Barcelona se ve empañada por la posibilidad de que el encuentro se juegue a puerta cerrada. Este escenario se debe a incidentes ocurridos en partidos anteriores que han llevado a las autoridades a considerar la clausura del RCDE Stadium. La situación se complica aún más con la proximidad del final de la temporada de LALIGA, donde el Barcelona se encuentra en una posición privilegiada para coronarse campeón.
El FC Barcelona, dirigido por Hansi Flick, se encuentra en una etapa crucial de la temporada. Con solo cuatro jornadas restantes, el equipo ha mantenido su ventaja en la tabla tras una remontada emocionante ante el Real Valladolid. Este triunfo ha mantenido vivo el sueño de los culés de celebrar el título de LALIGA, y el próximo Clásico contra el Real Madrid podría ser decisivo. Si el Madrid no logra puntuar en el Estadio Olímpico de Montjuic, el Barcelona podría tener la oportunidad de ‘cantar el alirón’ en el derbi contra el Espanyol, programado para el 15 de mayo.
Sin embargo, la posibilidad de que este partido se juegue sin público es real. El RCDE Stadium ha estado bajo la amenaza de clausura desde octubre, tras un incidente en el que un árbitro fue agredido por un objeto lanzado desde la grada durante un partido contra el Villarreal. Este evento llevó a la Real Federación Española de Fútbol a imponer una multa al club y a advertir sobre posibles sanciones futuras en caso de que se repitieran situaciones similares.
Recientemente, durante el partido entre el Espanyol y el Real Betis, se reportaron lanzamientos de objetos desde la grada, lo que ha reavivado las preocupaciones sobre la seguridad en el estadio. Aunque los objetos lanzados no causaron daños físicos, la repetición de estos incidentes podría llevar a la prohibición de la afición en el próximo derbi. La situación es delicada, ya que el Espanyol ha sido advertido de que cualquier alteración del orden podría resultar en la clausura del recinto.
El último derbi en el RCDE Stadium, celebrado en mayo de 2023, fue recordado por la invasión de campo que se produjo tras la victoria del Barcelona, que les permitió celebrar el título de LALIGA en territorio rival. Este evento no solo dejó una huella en la memoria de los aficionados, sino que también resultó en sanciones para el club blanquiazul, incluyendo un partido a puerta cerrada en la temporada siguiente.
La historia reciente del Espanyol en cuanto a incidentes con su afición ha llevado a un ambiente tenso en la previa del derbi. La posibilidad de que el encuentro se juegue sin público es un tema que preocupa tanto a los aficionados como a los jugadores. La afición juega un papel crucial en el ambiente de estos partidos, y su ausencia podría cambiar drásticamente la dinámica del encuentro.
El FC Barcelona, por su parte, se prepara para afrontar este desafío con la esperanza de que el partido se lleve a cabo con la presencia de sus seguidores. La rivalidad entre ambos equipos es intensa, y el apoyo de la afición es fundamental para ambos lados. La situación actual plantea un dilema para las autoridades y los organizadores del evento, quienes deben equilibrar la seguridad con la tradición de estos encuentros.
En este contexto, los aficionados del Espanyol y del Barcelona están a la espera de noticias sobre la decisión final respecto a la presencia de público en el derbi. La tensión y la expectativa aumentan a medida que se acerca la fecha del partido, y todos los ojos estarán puestos en cómo se desarrollan los acontecimientos en los días previos al encuentro. La historia de rivalidad entre estos dos clubes catalanes se suma a la incertidumbre que rodea este importante partido, haciendo que cada detalle sea crucial en la cuenta regresiva hacia el Clásico.