La situación de la libertad de prensa en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en el contexto del conflicto que ha asolado la región. En el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Asociación de Prensa Extranjera en Israel y los Territorios Palestinos (FPA) ha emitido un contundente comunicado denunciando las restricciones impuestas por el gobierno israelí a los periodistas internacionales que intentan acceder a la Franja de Gaza. Esta situación, que se ha prolongado durante 18 meses, ha sido calificada como una «vergüenza» por la FPA, que sostiene que estas restricciones son un impedimento para mostrar la devastación real que enfrenta la población de Gaza.
Las autoridades israelíes han justificado su negativa a permitir el acceso de los medios de comunicación a Gaza bajo el pretexto de la seguridad y la logística. Sin embargo, la FPA argumenta que nunca antes en la historia de Israel se habían impuesto restricciones tan amplias a la prensa durante un período tan prolongado. En su comunicado, la organización también ha destacado el valor de los periodistas palestinos que, a pesar de los riesgos personales, continúan informando sobre la situación en la región. La FPA ha instado al gobierno israelí a cesar las demoras en el acceso a Gaza y a respetar los principios fundamentales de la libertad de prensa.
La situación es aún más grave si se considera el contexto de violencia en el que operan los periodistas en Gaza. Desde el 7 de octubre de 2023, la ONU ha verificado el asesinato de al menos 211 periodistas y trabajadores de los medios en la región, incluidos 28 mujeres. La UNESCO ha documentado que al menos 47 de estos profesionales perdieron la vida mientras cumplían con su deber. Además, hasta el 29 de abril, 49 periodistas palestinos se encontraban detenidos en cárceles israelíes, según la Comisión Palestina de Detenidos y Exdetenidos. Esta alarmante cifra pone de manifiesto el riesgo que enfrentan los periodistas en su labor de informar sobre la realidad en Gaza.
El próximo 21 de mayo se llevará a cabo una audiencia en la Corte Suprema israelí para abordar el acceso de periodistas extranjeros a Gaza. Sin embargo, ya en enero de 2024, el tribunal había rechazado una solicitud de la FPA, reconociendo que se trataba de una violación de la libertad de prensa, pero justificando su decisión en motivos de seguridad. Este patrón de negación de acceso a los medios de comunicación plantea serias dudas sobre el compromiso de Israel con los principios democráticos y la transparencia.
La violencia contra los periodistas en Gaza no es un fenómeno aislado. En abril, el ataque aéreo israelí que resultó en la muerte de la fotoperiodista Fátima Hassouna y varios miembros de su familia ha sido un recordatorio brutal de los peligros que enfrentan los informadores en la región. Otros periodistas, como Hossam Shabat y Hamza Dahdouh, también han perdido la vida en el contexto del conflicto, lo que subraya la urgencia de proteger a quienes se dedican a informar sobre la realidad en Gaza.
La comunidad internacional ha comenzado a prestar atención a la crisis de la libertad de prensa en Gaza. Organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) han denunciado que el Ejército de Israel es responsable de más del 70 % de los asesinatos de periodistas en 2024. Este alarmante dato resalta la necesidad de una respuesta global ante la impunidad que rodea a los crímenes contra los periodistas en zonas de conflicto. La falta de rendición de cuentas por parte de los gobiernos que perpetúan la violencia contra la prensa es un tema que debe ser abordado con urgencia.
La libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier democracia. Sin embargo, en Gaza, este principio se encuentra en grave peligro. Las restricciones impuestas a los periodistas internacionales y la violencia sistemática contra los informadores locales crean un entorno hostil que dificulta la labor de informar sobre la realidad en la región. La comunidad internacional debe actuar para garantizar que los periodistas puedan ejercer su labor sin temor a represalias, y que la verdad sobre lo que ocurre en Gaza pueda ser contada sin censura ni restricciones.
El llamado a la acción es claro: es imperativo que se respete la libertad de prensa en Gaza y que se garantice el acceso de los periodistas a la región. La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para abordar la crisis humanitaria que enfrenta la población de Gaza. La comunidad internacional debe unirse para exigir que se ponga fin a las restricciones impuestas a los medios de comunicación y que se proteja a quienes arriesgan sus vidas para informar sobre la realidad en esta zona de conflicto.