La situación en Siria se ha vuelto cada vez más tensa tras el reciente bombardeo de las fuerzas israelíes en los alrededores del Palacio del Pueblo, la sede del nuevo gobierno sirio liderado por la Organización para la Liberación del Levante (HTS). Este ataque, que tuvo lugar en la noche del 2 de mayo de 2025, ha sido interpretado como una clara advertencia de Israel hacia el régimen sirio, que ha visto un cambio significativo en su estructura de poder desde la llegada de los islamistas al mando. El primer ministro israelí, Beniamín Netanyahu, junto con el ministro de Defensa, Israel Katz, emitieron un comunicado conjunto en el que afirmaron que no permitirían que las tropas sirias se movieran al sur de Damasco, lo que representa una amenaza para la comunidad drusa, una minoría religiosa que también se encuentra en el territorio israelí.
La comunidad drusa en Siria, que se concentra principalmente en las montañas de Sueida y en el suburbio de Jaramana, ha estado en el centro de los recientes enfrentamientos sectarios. A pesar de que algunos miembros de esta comunidad abogan por una Siria unida, muchos drusos han comenzado a ver con buenos ojos una posible intervención israelí, especialmente ante el temor de la creciente influencia de milicias islamistas en el nuevo ejército sirio. La situación se ha vuelto más crítica tras los recientes choques que han dejado decenas de muertos, lo que ha llevado a líderes drusos a expresar su preocupación por la seguridad de su comunidad.
### La Respuesta de la Comunidad Drusa
El jeque Hikmat Al Hijri, líder espiritual de la comunidad drusa, ha criticado fuertemente al gobierno sirio por lo que él considera un «ataque genocida injustificado» contra su comunidad. Esta declaración se produce en medio de un aumento de la violencia sectaria, que ha resultado en la muerte de varios miembros de las fuerzas de seguridad sirias y de la población drusa. Según informes, al menos once miembros de las fuerzas de seguridad sirias han muerto en ataques recientes, mientras que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha reportado un total de 56 muertes en enfrentamientos en áreas de mayoría drusa.
Los enfrentamientos comenzaron después de que un audio, que criticaba al profeta Mahoma, se difundiera en redes sociales, lo que provocó la ira de muchos musulmanes suníes. Aunque se atribuyó la grabación a un clérigo druso, este negó cualquier responsabilidad, lo que ha llevado a un aumento de la tensión entre las comunidades. En un ataque separado, quince drusos fueron emboscados mientras se dirigían a apoyar a grupos armados en el sur de Damasco, lo que ha intensificado aún más la desconfianza hacia el gobierno sirio.
La comunidad drusa, que ha vivido en Siria durante siglos, se encuentra en una encrucijada. Por un lado, hay un deseo de mantener la unidad del país, pero por otro, el temor a la creciente violencia y la represión por parte del régimen de Asad ha llevado a algunos a considerar la posibilidad de buscar apoyo externo, en este caso de Israel. La situación es compleja y refleja las divisiones sectarias que han caracterizado el conflicto sirio desde su inicio.
### Implicaciones Regionales y la Posición de Israel
La intervención de Israel en Siria no es un fenómeno nuevo, pero la reciente escalada de tensiones marca un punto crítico en la dinámica regional. Israel ha mantenido una política de no intervención directa en el conflicto sirio, pero ha llevado a cabo ataques selectivos contra objetivos iraníes y de Hezbollah en el país. Sin embargo, la protección de la comunidad drusa ha añadido una nueva dimensión a su estrategia. Con aproximadamente 200,000 drusos viviendo en el Golán ocupado, Israel se siente obligado a actuar en defensa de esta minoría, especialmente cuando su seguridad está en riesgo.
La creciente influencia de HTS y otros grupos islamistas en Siria plantea un desafío no solo para el régimen de Asad, sino también para la estabilidad de la región en su conjunto. La posibilidad de que estos grupos se fortalezcan y amenacen a Israel es una preocupación constante para el gobierno israelí. En este contexto, el apoyo a la comunidad drusa podría ser visto como una forma de debilitar al régimen sirio y, al mismo tiempo, asegurar la lealtad de una minoría que ha sido históricamente aliada de Israel.
La situación en Siria sigue siendo volátil y las tensiones entre Israel y el nuevo régimen sirio están lejos de resolverse. A medida que la comunidad drusa se enfrenta a una creciente violencia y represión, la respuesta de Israel y la dinámica de poder en la región continuarán evolucionando, lo que podría tener repercusiones significativas para el futuro de Siria y sus vecinos.