La candidata respaldada por Antonio Garamendi para presidir la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Ángela de Miguel, ha dado inicio a su campaña electoral en un evento matutino en Madrid. Durante el desayuno, De Miguel no escatimó en eslóganes y críticas hacia el Gobierno, al mismo tiempo que elogió la gestión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, quien estuvo presente en el acto. La aspirante a liderar la patronal de las pymes ha manifestado su intención de revitalizar el sector, asegurando que, si es elegida, “sonarán los tambores” para que las pequeñas y medianas empresas recuperen la ilusión que, según ella, han perdido en los últimos años.
Uno de los puntos centrales de su discurso fue la crítica directa al actual presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, a quien acusó de haber dejado de lado las necesidades de las pymes. De Miguel subrayó que el principal problema que enfrenta la organización es su debilidad, lo que ha llevado a que las pequeñas y medianas empresas se sientan abandonadas. “Desde Cepyme no hemos hecho lo suficiente”, afirmó, dejando claro que su objetivo es cambiar esta percepción y trabajar en pro de un sector que representa una parte fundamental de la economía española.
La candidata también se refirió a la falta de propuestas concretas en la gestión actual de Cepyme. En este sentido, mencionó el polémico manifiesto de la patronal del verano pasado, que contenía críticas severas al Gobierno, pero que carecía de soluciones prácticas. “No basta con uno o dos discursos. Es importante dar discursos, pero siendo propositivos y útiles”, insistió De Miguel, enfatizando la necesidad de presentar propuestas concretas que acompañen a las críticas.
El enfrentamiento interno en Cepyme ha sido evidente, con dos candidaturas que han generado tensiones entre los partidarios de Cuerva y los de De Miguel y Garamendi. Esta situación ha preocupado a muchos empresarios que ven en la división una amenaza para la unidad y la efectividad de la patronal. A pesar de las diferencias, De Miguel ha querido dejar claro que “no hay rivalidad personal” y que lo que realmente necesita la CEOE es una Cepyme fuerte que pueda representar adecuadamente los intereses de las pymes.
En cuanto a la autonomía de Cepyme, un tema que ha generado fricciones entre Garamendi y Cuerva, De Miguel ha manifestado su apoyo a un enfoque de colaboración mutua. La candidata considera que la CEOE y Cepyme deben trabajar juntas para fortalecer la representación de las pequeñas y medianas empresas en el ámbito nacional.
La presencia de Isabel Ayuso en el desayuno no pasó desapercibida. De Miguel aprovechó la ocasión para alabar las políticas de la presidenta madrileña, destacando su enfoque en la economía y el apoyo a las pymes. Este respaldo político podría ser un factor clave en la campaña de De Miguel, quien busca consolidar su imagen como una líder capaz de unir a los empresarios en torno a un proyecto común.
El próximo 5 de mayo se celebrarán las elecciones para la presidencia de Cepyme, y tanto De Miguel como Cuerva están preparando sus estrategias para captar el apoyo de los votantes. La campaña promete ser intensa, con un enfoque en las necesidades reales de las pymes y en la búsqueda de soluciones efectivas para los desafíos que enfrentan en la actualidad.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, el ambiente en Cepyme se torna cada vez más tenso, con ambos candidatos tratando de posicionarse como los más capaces de liderar la patronal en un momento crítico. La capacidad de De Miguel para articular propuestas concretas y su habilidad para unir a los diferentes sectores de la patronal serán determinantes en su búsqueda por la presidencia. La comunidad empresarial observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos, esperando que la nueva dirección de Cepyme pueda ofrecer un cambio significativo en la representación de las pymes en España.