El apellido Bergoglio, conocido mundialmente por el papa Francisco, sigue resonando en el ámbito deportivo gracias a Felipe Bergoglio, un joven de 21 años que juega como defensa en el Castiglionense 1919, un club de la quinta categoría del fútbol italiano. Aunque Felipe nunca conoció personalmente al papa, su conexión familiar ha generado un gran interés en su carrera futbolística.
Felipe, sobrino-nieto del pontífice, ha compartido que sus compañeros de equipo a menudo le piden la bendición antes de cada partido, un gesto que refleja la admiración y el respeto que genera su apellido. En una entrevista reciente, Felipe comentó que ser Bergoglio es un honor para él y que no siente ninguna carga por llevar este apellido tan significativo.
El joven futbolista nació en Córdoba, Argentina, y se trasladó a Italia gracias a su padre, quien tenía conexiones en la región. Su carrera comenzó en la cantera del Club Social y Deportivo Lasallano en Argentina, donde se destacó antes de dar el salto a Europa. Actualmente, juega cedido en el Castiglionense, aunque su ficha pertenece al Trestina, un equipo de la Serie D, donde tuvo menos oportunidades de juego.
La relación entre Felipe y el papa Francisco se remonta a su abuelo, quien era primo del pontífice. Esta conexión familiar ha sido objeto de confusión en Argentina, especialmente cuando se anunció el nombre del papa en 2013. Felipe recuerda con cariño esos momentos de celebración en su hogar, donde la noticia del nombramiento del papa generó una gran alegría.
A pesar de no haber tenido la oportunidad de conocer al papa, Felipe ha escuchado historias sobre él a través de su familia. Su padre le ha contado que el papa Francisco ha preguntado por su familia en varias ocasiones, lo que ha mantenido vivo el vínculo familiar a pesar de la distancia. Mientras que Felipe no ha tenido la oportunidad de conocer al papa, sus hermanos mayores sí lo han hecho, lo que añade una capa de conexión a su historia familiar.
En el campo de juego, el apellido Bergoglio ha abierto algunas puertas para Felipe. Muchos rivales y compañeros reconocen su apellido y, en ocasiones, le piden una bendición antes de los partidos. Esta práctica ha sido recibida con humor por parte de Felipe, quien ha aprendido a disfrutar de la atención que su apellido le brinda. «Nos reímos siempre. Llevo poco en Italia y ya me he acostumbrado», comentó.
Felipe también es un apasionado seguidor del Club Atlético San Lorenzo, el equipo de fútbol que el papa Francisco apoyó durante toda su vida, aunque dejó de seguir sus partidos por televisión en 1990. Esta afinidad por el San Lorenzo refuerza aún más su conexión con el legado del papa en el mundo del fútbol.
A pesar de los desafíos que enfrenta en su carrera, como la lucha por evitar el descenso en la tabla de su equipo actual, Felipe se muestra optimista y decidido a seguir adelante. La experiencia de jugar en Italia, aunque en una categoría inferior, le ha permitido crecer como futbolista y como persona. Su historia es un recordatorio de cómo los lazos familiares pueden influir en la vida de una persona, incluso en el ámbito deportivo.
El futuro de Felipe Bergoglio en el fútbol italiano es incierto, pero su apellido y su conexión con el papa Francisco continúan generando interés y admiración. A medida que avanza en su carrera, es probable que su historia siga siendo contada, no solo como un joven futbolista, sino también como un miembro de una familia que ha dejado una huella significativa en la historia reciente.