La embajadora española en el Vaticano, Isabel Celaá, ha expresado su profunda tristeza ante el fallecimiento del Papa Francisco, quien murió el 21 de abril a los 88 años. En una reciente entrevista, Celaá destacó la importancia de que el próximo Papa continúe con el estilo y la visión del Pontífice fallecido, advirtiendo que no hacerlo sería un «retroceso tremendo» para la Iglesia.
Celaá, quien se mostró visiblemente emocionada por la pérdida, describió a Francisco como «el Papa de todos», un líder que siempre mantuvo las puertas abiertas y que se comprometió con las causas más vulnerables de la sociedad. Su voz, según Celaá, resonó no solo entre los creyentes, sino también entre aquellos que se consideran no creyentes, gracias a su clara postura contra la guerra y su enfoque en las periferias sociales y geográficas.
Uno de los aspectos más destacados de su papado fue su dedicación a los inmigrantes y a los pobres, así como su lucha contra el cambio climático. Celaá recordó que Francisco tenía planes de visitar las Islas Canarias para abordar la situación de la inmigración, pero lamentablemente no pudo realizar ese viaje.
La embajadora también subrayó que Francisco ejerció su autoridad con autonomía y responsabilidad, rechazando un modelo de Iglesia que se cierre sobre sí misma. «No quiere clericalismo, no quiere servidores de la Iglesia que se sientan superiores», afirmó. En su lugar, el Papa promovió una visión de igualdad, donde los líderes de la Iglesia se comprometieran activamente con las necesidades del mundo.
En cuanto a la elección de un nuevo Papa, Celaá se mostró optimista, sugiriendo que el próximo Cónclave debería elegir a alguien que, aunque no sea una continuación directa de Francisco, comparta su estilo y enfoque. «Es difícil cambiar la referencia que ha establecido Francisco», comentó, añadiendo que la Iglesia cuenta con personas capacitadas para seguir una línea de continuidad.
La embajadora concluyó que sería un error no aprovechar la oportunidad de elegir a un nuevo líder que continúe el legado de apertura y compromiso social que caracterizó al Papa Francisco. Su mensaje resuena en un momento crucial para la Iglesia, donde la necesidad de adaptarse a los desafíos contemporáneos es más relevante que nunca.
El funeral del Papa Francisco se llevará a cabo el 26 de abril en la Plaza de San Pedro, donde se espera que miles de fieles y líderes mundiales se reúnan para rendir homenaje a su vida y legado. La figura de Francisco ha dejado una huella imborrable en la Iglesia y en el mundo, y su ausencia se sentirá profundamente en los corazones de muchos.
A medida que la Iglesia se prepara para un nuevo capítulo, las palabras de Isabel Celaá resuenan con fuerza: la elección de un nuevo Papa no solo es un asunto de liderazgo, sino una oportunidad para reafirmar los valores de compasión, inclusión y justicia social que Francisco defendió durante su papado.