La Semana Santa en Sevilla es un evento que atrae a miles de visitantes cada año, y este 2025, la Reina Sofía ha tenido la oportunidad de experimentar la ‘madrugá’, una de las noches más emblemáticas de esta celebración. Desde el jueves por la tarde hasta bien entrada la madrugada del viernes, la madre del Rey ha estado inmersa en el fervor religioso que caracteriza a esta festividad, disfrutando de la salida de los tronos de las cofradías más representativas de la ciudad.
La Reina Sofía, que ha estado deseando participar en esta tradición durante varios años, se presentó vestida de negro, en señal de luto y respeto, con un traje pantalón y una camisa de color crema. Este atuendo no solo refleja la solemnidad de la ocasión, sino que también es un símbolo de su compromiso con las tradiciones españolas. Durante su recorrido, la Reina llevó colgada la medalla de la Esperanza de Triana, un regalo que recibió en una visita anterior, lo que añade un toque personal a su participación en los eventos.
La noche comenzó con su visita a la capilla de los Marineros de la Esperanza de Triana, donde se sintió el ambiente de devoción que rodea a esta hermandad. Posteriormente, se dirigió a la sede de la hermandad de Los Gitanos, donde tuvo la oportunidad de conocer más sobre su historia y tradiciones. En este encuentro, el Hermano Mayor le obsequió con un saquito de canela y clavo, un gesto que simboliza la conexión entre la Casa Real y la cultura local.
A medida que avanzaba la noche, la Reina Sofía continuó su recorrido, presentando sus respetos ante el Cristo del Gran Poder y la Macarena, dos de las imágenes más veneradas en Sevilla. La atmósfera era de recogimiento y respeto, y la Reina se unió a las oraciones y cánticos que resonaban en las calles. En cada casa de hermandad que visitó, fue recibida con muestras de cariño y respeto, recibiendo medallas y otros obsequios que quedarán como recuerdo de su paso por la Semana Santa sevillana.
La experiencia de la Reina Sofía en la madrugá no solo es un reflejo de su interés por las tradiciones españolas, sino también un testimonio de la importancia de la Semana Santa en la cultura andaluza. Esta festividad, que combina religión, arte y comunidad, es un momento en el que los sevillanos se unen para celebrar su fe y sus tradiciones. La presencia de la Reina en estos eventos resalta la relevancia de la Semana Santa no solo para los locales, sino también para la monarquía española.
A pesar de su deseo de recorrer las calles y vivir la experiencia de la madrugá en su totalidad, la gran afluencia de público y las dificultades de movilidad le impidieron hacerlo. Sin embargo, su presencia en el palquillo de autoridades de la Campana, junto a los representantes del Consejo de Cofradías, le permitió ser parte del inicio de la carrera oficial de la hermandad del Gran Poder. Este momento es uno de los más esperados de la Semana Santa, donde las cofradías desfilan ante una multitud que espera con ansias ver las imágenes que representan su fe.
La Reina Sofía ha demostrado una vez más su compromiso con las tradiciones españolas y su deseo de conectar con la cultura del país. Su participación en la madrugá sevillana no solo es un acto simbólico, sino también una forma de fortalecer los lazos entre la monarquía y el pueblo español. La Semana Santa es un momento de reflexión y devoción, y la presencia de la Reina en estos eventos resalta la importancia de la fe y la tradición en la vida de los españoles.
La experiencia de la Reina Sofía en Sevilla es un recordatorio de que la Semana Santa es mucho más que una serie de procesiones; es una celebración de la identidad cultural y religiosa de Andalucía. A medida que las cofradías continúan su recorrido por las calles de Sevilla, la Reina Sofía se lleva consigo recuerdos imborrables de una noche mágica, llena de fervor y devoción, que permanecerán en su corazón y en la memoria colectiva de todos los que comparten esta rica tradición.