El Partido Popular (PP) ha decidido intensificar su presión sobre el Gobierno en el Congreso, exigiendo la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 antes de junio. Esta acción se enmarca en un contexto de crisis arancelaria y una creciente incertidumbre económica que afecta a España. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha anunciado que forzarán una votación en el próximo pleno del Congreso, programado para la primera semana de mayo, con el objetivo de que el Gobierno cumpla con lo estipulado en la Constitución respecto a la presentación de las cuentas públicas.
La situación actual se complica aún más debido a los mensajes contradictorios que ha emitido el Ejecutivo en las últimas semanas. Mientras que Pedro Sánchez ha insinuado la posibilidad de una nueva prórroga presupuestaria, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que presentarán las cuentas en el momento en que haya una oportunidad de negociación con los grupos políticos. Sin embargo, muchos en el hemiciclo consideran que las cuentas de este año están prácticamente perdidas.
El PP ha encontrado en la falta de Presupuestos un nuevo frente para deslegitimar al Gobierno, argumentando que la incapacidad para aprobar las cuentas demuestra una falta de apoyo parlamentario que debería llevar a la convocatoria de elecciones. Según el partido, la ausencia de un presupuesto claro limita la capacidad del Gobierno para gestionar los recursos públicos de manera efectiva, especialmente en un contexto geopolítico tan desafiante como el actual, marcado por la guerra comercial iniciada por Donald Trump.
### La Crisis Arancelaria y sus Implicaciones
La guerra arancelaria desatada por el presidente estadounidense ha puesto a España en una situación delicada. La imposición de aranceles a las importaciones europeas ha generado preocupación entre los sectores económicos, y el PP sostiene que la falta de un presupuesto actualizado dificulta la respuesta del Gobierno ante estos desafíos. Feijóo ha abogado por una postura de prudencia y firmeza en las relaciones con la Administración estadounidense, buscando frenar la imposición de tasas que podrían afectar gravemente a la economía española.
Los populares también han señalado que la prórroga de los Presupuestos actuales obstaculiza la canalización de los fondos europeos, perjudica a las comunidades autónomas y retrasa las ayudas necesarias para hacer frente a situaciones de emergencia, como la reciente dana que afectó a la Comunidad Valenciana. La falta de nuevas cuentas para 2025, argumentan, mina la confianza de los inversores extranjeros y obliga al Gobierno a recurrir a prácticas contables cuestionables para cumplir con los compromisos de gasto en defensa, especialmente en un momento en que la Unión Europea y la OTAN exigen un aumento significativo en la inversión en seguridad.
El PP ha criticado la idea de que el crecimiento y la creación de empleo puedan sostenerse con unos Presupuestos prorrogados, calificando esta postura de «frivolidad inaceptable». La votación que se llevará a cabo en mayo, resultado de una interpelación dirigida a la ministra de Hacienda, será un nuevo termómetro de la fragilidad del Gobierno de Sánchez, que enfrenta presiones no solo del PP, sino también de sus propios aliados en el Congreso.
### La Estrategia del PP y el Futuro Político
La estrategia del PP se centra en aprovechar la debilidad del Gobierno para consolidar su posición como la principal alternativa política. La insistencia en la necesidad de un presupuesto claro y la amenaza de elecciones anticipadas son tácticas que buscan desestabilizar aún más al Ejecutivo. En sus siete años de mandato, Sánchez ha logrado aprobar solo tres proyectos presupuestarios, lo que ha llevado a muchos a cuestionar su capacidad para gobernar de manera efectiva.
El PP argumenta que la falta de un presupuesto no solo es un problema administrativo, sino que tiene repercusiones directas en la vida de los ciudadanos. La incapacidad del Gobierno para presentar cuentas claras y efectivas se traduce en una gestión ineficaz de los recursos públicos, lo que podría tener consecuencias negativas en áreas críticas como la educación, la sanidad y la seguridad.
A medida que se acerca la votación de mayo, la presión sobre el Gobierno aumentará, y el PP espera capitalizar cualquier error que pueda cometer el Ejecutivo en el proceso. La situación económica y social de España, que ha cambiado drásticamente desde la aprobación de los últimos Presupuestos, se convierte en un argumento más para exigir un cambio en la dirección política del país. La incertidumbre sobre el futuro de las cuentas públicas y la respuesta del Gobierno ante la crisis arancelaria seguirán siendo temas centrales en el debate político en los próximos meses.