En la actualidad, el descanso se ha convertido en un aspecto fundamental que muchas personas tienden a subestimar. A pesar de su importancia, un alto porcentaje de la población se siente constantemente fatigado, como si, por muchas horas que duerma, nunca fuera suficiente para enfrentar el día con energía. Esta sensación de estar «sin pilas» es más común de lo que se podría imaginar. Si te identificas con esta situación, es posible que sea el momento de reflexionar sobre tus hábitos diarios y cómo estos pueden estar afectando tu bienestar.
La psiquiatra Marian Rojas, reconocida por su enfoque integral del bienestar, ha identificado varios comportamientos cotidianos que drenan nuestra energía y nos llevan a un estado de agotamiento físico y emocional. En este artículo, exploraremos las estrategias que propone Rojas para restaurar el equilibrio y recuperar la vitalidad que a menudo se pierde en el ritmo acelerado de la vida moderna.
### La importancia del descanso reparador
Uno de los principales factores que contribuyen al agotamiento es la falta de un sueño reparador. Rojas enfatiza que el cuerpo y la mente necesitan entre siete y nueve horas de sueño para regenerarse adecuadamente. La falta de descanso no solo afecta la salud física, sino que también impacta negativamente en la salud mental, reduciendo la capacidad de concentración y reacción. El insomnio y los despertares nocturnos frecuentes desgastan nuestra energía, haciendo que nos levantemos más cansados de lo que nos acostamos.
Para mejorar la calidad del sueño, es crucial establecer una rutina que favorezca un descanso profundo. Algunas recomendaciones incluyen apagar dispositivos electrónicos antes de dormir, mantener un ambiente oscuro y tranquilo, y evitar comidas pesadas en la noche. Estos hábitos pueden marcar una gran diferencia en la calidad del sueño y, por ende, en la energía diaria.
### El desorden como enemigo de la vitalidad
Otro factor que puede agotar nuestra energía es el desorden, tanto físico como mental. Rojas señala que vivir en un entorno desordenado puede aumentar la distracción, reducir la concentración y generar altos niveles de estrés. El caos en el hogar o en el lugar de trabajo crea una sensación constante de agobio que puede ser más desgastante de lo que parece.
Mantener un entorno organizado no solo facilita las tareas cotidianas, sino que también contribuye a crear un ambiente armonioso que favorece el bienestar mental. Dedicar unos minutos al día para ordenar el espacio donde pasamos más tiempo puede ser un gran paso para restaurar nuestra energía y reducir la ansiedad.
### La actividad física como fuente de energía
La psiquiatra Rojas destaca la importancia del ejercicio como una de las claves para recuperar la energía. No se trata de realizar horas interminables en el gimnasio, sino de incorporar al menos 15 minutos de actividad física diaria. Esta práctica activa sustancias en el cerebro que mejoran el ánimo, la memoria y la concentración. El ejercicio, incluso en pequeñas dosis, favorece la circulación sanguínea y aumenta la energía general, permitiéndonos afrontar las tareas cotidianas con mayor vitalidad.
Además, la actividad física regular tiene un impacto positivo en la salud mental, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad, dos factores que contribuyen significativamente al agotamiento. No es necesario realizar deportes extremos; una caminata ligera, estiramientos o ejercicios sencillos en casa pueden ser suficientes para revitalizar tanto el cuerpo como la mente.
### Alimentación equilibrada para mantener la energía
La nutrición también juega un papel crucial en nuestra energía diaria. Rojas advierte sobre los efectos negativos de una dieta rica en alimentos ultraprocesados, que pueden generar picos de energía seguidos de bajones abruptos. Estos altibajos no solo afectan nuestra vitalidad, sino que también contribuyen a un estado emocional más inestable y a la irritabilidad.
Para mantener la energía constante a lo largo del día, es recomendable seguir una dieta equilibrada, rica en proteínas, frutas y verduras. Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales que sustentan nuestra energía de manera sostenida, sin causar inflamación ni caídas bruscas. Comer de forma consciente y priorizar alimentos naturales no solo mejora la salud física, sino que también favorece la estabilidad emocional.
### El impacto de los pensamientos en nuestra energía
Finalmente, el estado de nuestros pensamientos también afecta nuestra energía. La rumiación constante, las quejas y los pensamientos negativos actúan como ladrones de energía que nos agotan mentalmente. Rojas señala que «el cuerpo escucha cómo nos hablamos», lo que significa que nuestros pensamientos influyen directamente en nuestra salud física y mental.
Cuestionar creencias limitantes y reemplazarlas por una actitud más positiva puede ser una herramienta poderosa para aumentar nuestra vitalidad y reducir el desgaste mental. Practicar la gratitud, enfocarse en lo que tenemos y aprender a gestionar nuestras emociones son pasos que pueden contribuir a una vida más plena y energizada.
En resumen, la combinación de un descanso adecuado, un entorno ordenado, la actividad física regular, una alimentación equilibrada y una mentalidad positiva son elementos clave para combatir el agotamiento y recuperar la energía necesaria para afrontar el día a día con vitalidad.