Javi Salgado, segundo entrenador del Surne Bilbao Basket, se encuentra en la antesala de una final histórica en la FIBA Europe Cup. Con una trayectoria que lo ha vinculado profundamente al club, Salgado comparte su perspectiva sobre la importancia de esta competición y el camino que ha recorrido el equipo para llegar hasta aquí.
La preparación para la final es intensa y Salgado enfatiza la necesidad de enfocarse en el trabajo profesional. «Lo prioritario es hacer bien mi trabajo, ayudar al equipo y preparar todo lo necesario», afirma. A pesar de la presión, la emoción de estar en una final es palpable. La posibilidad de ganar un título continental es un sueño que se ha trabajado arduamente.
El camino hacia la final no ha sido fácil. En una reciente semifinal, el equipo tuvo que remontar una desventaja de 19 puntos contra el Dijon. Salgado recuerda esos momentos críticos desde el banquillo: «Estábamos solo tres puntos arriba a falta de cinco minutos y teníamos que remontar. Todo cambió cuando uno de sus jugadores comenzó a hacernos gestos, lo que revolucionó el partido». Este cambio de dinámica fue crucial, y el equipo logró un parcial de 7-0 que les permitió tomar la delantera.
La motivación y la mentalidad del equipo han sido claves en este proceso. Salgado destaca el trabajo del cuerpo técnico en la preparación psicológica de los jugadores. «Hicimos una labor muy importante de motivación previa al partido. Hacerles creer que era posible», explica. Esta mentalidad ha sido fundamental para que los jugadores mantengan la fe en sus capacidades, incluso en momentos de adversidad.
El ambiente en Miribilla durante los partidos ha sido otro factor determinante. Aunque no siempre se ha llenado el pabellón, la afición ha mostrado un apoyo incondicional. Salgado menciona que, a pesar de las dificultades, la energía de los aficionados ha sido un impulso para el equipo. «Cuando el equipo está mal, te ayuda. Y cuando está bien, se suma a la fiesta», dice, reconociendo la importancia del apoyo local.
A lo largo de los 25 años de historia del club, el Bilbao Basket ha alcanzado dos finales continentales y tres semifinales. Salgado reflexiona sobre estos hitos y la evolución del equipo: «Con todos los altibajos que ha habido, es algo importante. Hemos hecho las cosas bien a pesar de los problemas». Esta trayectoria ha permitido al club posicionarse en el mapa del baloncesto europeo, y la actual final representa una oportunidad para escribir un nuevo capítulo en su historia.
La FIBA Europe Cup, aunque considerada la competición europea menos prestigiosa, ha sido un trampolín para el Bilbao Basket. Salgado argumenta que participar en esta competición es esencial para el desarrollo del equipo. «Te permite dar minutos a otros jugadores y te da visibilidad a nivel europeo», sostiene. La experiencia adquirida en este torneo ha sido invaluable, y el equipo ha demostrado que puede competir al más alto nivel.
El rival en la final, el PAOK de Salónica, presenta un desafío formidable. Salgado describe al equipo griego como polivalente y físicamente sólido. «Es un equipo que hace muchas trampas y que puede defender de diferentes maneras», advierte. La preparación para enfrentar a un oponente de este calibre es crucial, y el cuerpo técnico está trabajando en estrategias específicas para contrarrestar sus fortalezas.
La final se jugará en dos partidos, y Salgado reconoce la importancia del factor ambiental en el segundo encuentro en Salónica. «Ellos tendrán su presión aquí, pero nosotros también contaremos con un ambiente increíble en Miribilla», dice, mostrando confianza en el apoyo de la afición.
A medida que se acerca la final, Salgado no puede evitar imaginar el escenario de ser campeón. «Cuando juegas una final solo hay dos opciones, ganarla o perderla. ¡Ojalá!», expresa con una sonrisa. La ilusión y el compromiso del equipo son palpables, y la oportunidad de conquistar un título europeo está al alcance. La historia del Bilbao Basket continúa, y cada partido es una nueva oportunidad para dejar una huella en el baloncesto europeo.