En un giro inesperado en el ámbito financiero, el Ibex-35 ha experimentado una notable subida del 8%, marcando su mayor incremento diario desde 2010. Este repunte se produce en un contexto de alivio tras la reciente pausa de 90 días en los aranceles impuestos por Estados Unidos a varios de sus socios comerciales, lo que ha generado un efecto dominó en los mercados europeos.
La apertura de los mercados europeos ha estado marcada por un optimismo renovado, impulsado por la noticia de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha decidido suspender temporalmente la implementación de aranceles que afectaban a diversas economías, incluyendo Japón, Corea del Sur y Vietnam. Esta decisión ha sido recibida con entusiasmo por los inversores, quienes han visto en ella una oportunidad para recuperar las pérdidas acumuladas en los últimos meses debido a la incertidumbre comercial.
El Ibex-35, principal índice de la bolsa española, ha logrado recuperar los 12,700 puntos, gracias a la fuerte reacción de valores que habían sido severamente golpeados por la guerra comercial. Empresas como ArcelorMittal, que ha visto un aumento de más del 17%, y otros gigantes como Grifols y Fluidra, han contribuido significativamente a este ascenso. Además, los bancos también han tenido un papel destacado, con alzas de doble dígito en entidades como Banco Sabadell, CaixaBank y Banco Santander.
A nivel europeo, el EuroStoxx 50, que agrupa a las principales empresas de la zona euro, ha vuelto a tocar la simbólica barrera de los 5,000 puntos, mientras que el DAX alemán y el CAC 40 francés han registrado incrementos similares, en torno al 8%. Este fenómeno no se limita a Europa; los mercados asiáticos también han respondido positivamente, con el Nikkei de Tokio liderando las subidas con un rebote del 8.4%, impulsado por el sector tecnológico y la automoción.
Sin embargo, no todos los mercados han reaccionado de la misma manera. En China, las ganancias han sido más moderadas, con el Hang Seng y el CSI-300 mostrando avances por debajo del 2%. Esto se debe, en parte, a la confirmación de un arancel del 104% por parte de Trump, lo que ha llevado a Pekín a reiterar su disposición a defender sus intereses, aunque también ha mostrado apertura a la negociación.
La reacción de los mercados no solo se ha limitado a las acciones. El dólar ha experimentado una caída frente al euro, que ahora se intercambia a 1.09 dólares. Por otro lado, el precio del petróleo también ha sufrido un retroceso, con el barril de Brent perdiendo la cota de los 65 dólares tras haber subido un 4% en días anteriores.
Este contexto de euforia en los mercados se produce en un momento en que los inversores están ansiosos por señales de estabilidad y crecimiento. La pausa en la guerra arancelaria ha sido vista como un paso positivo, aunque muchos analistas advierten que la incertidumbre sigue latente. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus socios no han desaparecido, y la posibilidad de que se reanuden los aranceles en el futuro sigue siendo una preocupación.
En resumen, el reciente repunte del Ibex-35 y de otros índices europeos refleja un alivio temporal en medio de un entorno económico global incierto. La pausa en los aranceles ha proporcionado un respiro a los mercados, pero la atención de los inversores seguirá centrada en cómo se desarrollen las negociaciones comerciales en los próximos meses. La volatilidad podría regresar si las tensiones se reavivan, lo que subraya la importancia de seguir de cerca los acontecimientos en el ámbito internacional.