A medida que se acerca la jubilación, es fundamental revisar los años cotizados a la Seguridad Social para determinar cuándo se puede dejar el mercado laboral. Existen diversas situaciones que pueden no ser consideradas comúnmente, pero que son cruciales para alcanzar el periodo de cotización necesario. Entre ellas se encuentran el servicio militar, las prácticas universitarias y el tiempo trabajado en prisión. A continuación, se detallan estas opciones.
Prácticas Universitarias y su Impacto en la Jubilación
La normativa reciente permite a aquellos que realizaron prácticas académicas no remuneradas antes de 2024, o remuneradas antes del 1 de noviembre de 2011, recuperar hasta cinco años de cotización. Esto se traduce en un máximo de 1.825 días que pueden ser contabilizados para la jubilación. Para solicitar esta recuperación, es necesario presentar la solicitud a través de la página web de la Seguridad Social, junto con el DNI o NIE y un certificado que acredite la realización de las prácticas, indicando las fechas de inicio y finalización.
El costo de la cotización se calculará según la base de referencia del año en que se realizaron las prácticas, no la de 2024. Esto significa que, dependiendo del periodo de prácticas, la cuota mensual podría oscilar entre 40 y 140 euros. Es importante tener en cuenta que las prácticas no remuneradas deben haberse realizado antes del 1 de enero de 2024, mientras que las remuneradas deben ser anteriores al 1 de noviembre de 2011.
El Servicio Militar como Periodo de Cotización
El servicio militar, que fue obligatorio para muchas generaciones, también puede ser un factor a considerar para la jubilación. Este periodo no solo beneficia a quienes realizaron el servicio militar obligatorio, sino también a aquellos que optaron por la prestación social sustitutoria y a las mujeres que realizaron el servicio social femenino. Sin embargo, es importante destacar que el tiempo de servicio militar solo cuenta para alcanzar el periodo de cotización específico en caso de jubilación anticipada, ya sea voluntaria o involuntaria, con un límite máximo de un año.
Desde 2021, las mujeres que realizaron el servicio social femenino pueden utilizar este tiempo para completar su cotización al solicitar la jubilación anticipada. Sin embargo, para quienes opten por la jubilación ordinaria, el tiempo dedicado al servicio militar no se considera como cotizado, lo que significa que no influye en el cálculo de la pensión.
Trabajo en Prisión: Una Opción a Considerar
Los internos que han trabajado en prisión también pueden contabilizar ese tiempo para su jubilación. En España, aquellos que trabajan bajo la gestión de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (TPFE) cotizan a la Seguridad Social. Aunque la base de cotización suele ser más baja debido a los salarios reducidos, este tiempo se considera para el cálculo de la jubilación.
Es esencial que los internos que han trabajado en prisión estén al tanto de sus derechos y de cómo este periodo puede influir en su jubilación. La cotización durante el tiempo de trabajo en prisión puede ser un recurso valioso para alcanzar el periodo de cotización necesario.
Conclusión
La jubilación es un momento crucial en la vida laboral de cualquier persona, y conocer todas las opciones disponibles para aumentar el tiempo de cotización puede ser determinante. Las prácticas universitarias, el servicio militar y el trabajo en prisión son vías que pueden ayudar a alcanzar el periodo de cotización necesario para disfrutar de una jubilación más tranquila. Es recomendable informarse adecuadamente y realizar los trámites necesarios para aprovechar al máximo estas oportunidades.