La situación política en la Comunidad Valenciana se ha vuelto tensa, especialmente para el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Según una reciente encuesta, un abrumador 61% de los votantes del Partido Popular (PP) considera que Mazón debería dimitir. Este dato refleja un creciente descontento no solo entre la ciudadanía en general, sino también entre los propios simpatizantes de su partido. La encuesta, realizada por GAD3, se ha publicado en un contexto marcado por la reciente crisis provocada por la DANA que afectó gravemente a la provincia de Valencia hace un año.
La percepción negativa hacia Mazón ha ido en aumento desde la catástrofe natural, que dejó a muchas familias en situaciones críticas. Las movilizaciones sociales y las demandas de las asociaciones de víctimas han sido constantes, exigiendo su renuncia. La encuesta revela que tres de cada cuatro encuestados creen que el presidente debería dejar su cargo, y un 63% opina que debería convocar elecciones anticipadas. Esta presión se intensifica al observar que incluso entre los votantes del PP, un 69% no cree que Mazón deba continuar en su puesto hasta el final de la legislatura.
### La Gestión de la Crisis y su Impacto en la Imagen de Mazón
La gestión de Mazón durante la DANA ha sido objeto de críticas severas. Su tardanza en responder a la emergencia y las dudas sobre su agenda del día de la catástrofe han alimentado el descontento. La instrucción judicial que investiga su actuación ha puesto aún más en entredicho su capacidad de liderazgo. A pesar de que Mazón ha manifestado su intención de agotar la legislatura y ha considerado la posibilidad de presentarse nuevamente en 2027, solo el 15% de los votantes del PP apoya esta idea. Esto pone de manifiesto el deterioro de su imagen, que se ha visto afectada no solo por la crisis natural, sino también por la falta de confianza en su capacidad para liderar la reconstrucción de la comunidad.
En este contexto, la figura de María José Catalá, alcaldesa de Valencia, ha cobrado fuerza como posible sucesora. La encuesta la posiciona como la candidata preferida por el 18% de los encuestados, y su apoyo entre los votantes del PP asciende al 27%. Esto sugiere que, si Mazón decidiera dimitir, Catalá podría ser vista como una opción viable para liderar el partido en la Generalitat. Sin embargo, su propia intención de continuar en la alcaldía de Valencia podría complicar su candidatura.
Por otro lado, Francisco Camps, expresidente de la Generalitat, también ha manifestado su interés en recuperar protagonismo dentro del PP. A pesar de su pasado polémico y de haber enfrentado múltiples causas judiciales, Camps sigue siendo una figura relevante en la política valenciana. Sin embargo, su apoyo entre los votantes del PP es limitado, con solo un 13% que lo considera una opción viable para liderar la candidatura a la Generalitat. Esto indica que, a pesar de su deseo de regresar, su tiempo en la primera línea política podría haber llegado a su fin.
### Alternativas y el Futuro del PP Valenciano
El sondeo también revela que un 18% de los votantes del PP no tiene claro quién debería ser el próximo candidato, y un 12% sostiene que ninguno de los aspirantes propuestos es adecuado. Esto pone de manifiesto la incertidumbre que rodea al partido en un momento crítico. La falta de consenso sobre un candidato fuerte podría debilitar la posición del PP en futuras elecciones, especialmente si Mazón decide no dimitir y continuar con su mandato.
La situación se complica aún más con la presión de Vox, que ha mostrado su rechazo a la candidatura de Catalá, lo que podría afectar las posibilidades del PP de mantener una mayoría en la Generalitat. La fragmentación del voto y la falta de un candidato unificado podrían abrir la puerta a otras fuerzas políticas en un contexto donde las mayorías absolutas parecen poco probables.
En resumen, la crisis que enfrenta Carlos Mazón no solo se limita a su gestión tras la DANA, sino que también refleja una profunda crisis de liderazgo dentro del PP valenciano. La presión para que dimita es palpable, y las alternativas que surgen no parecen ofrecer una solución clara. La incertidumbre sobre el futuro del partido y la Generalitat se intensifica, dejando a los votantes en una posición de expectativa ante los próximos movimientos políticos.
