La situación política en Euskadi se ha vuelto cada vez más tensa entre los dos principales partidos que conforman el gobierno, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE). A medida que se acercan las elecciones, las diferencias en temas clave como la vivienda, el euskera, la gestión del puerto de Pasaia y el Tren de Alta Velocidad (TAV) se han hecho más evidentes. Este artículo explora los puntos de fricción que han surgido entre estas dos formaciones y cómo afectan la gobernanza en la región.
### Conflictos en torno a la vivienda
Uno de los temas más candentes en la agenda política de Euskadi es la vivienda. La falta de acuerdo entre el PNV y el PSE sobre cómo abordar esta cuestión ha llevado a una serie de desencuentros. En el pasado, el PNV ya había manifestado su desacuerdo con la Ley de Vivienda estatal impulsada por el gobierno de PSOE y Sumar, argumentando que esta ley invade competencias autonómicas. Este desacuerdo no es nuevo; en 2015, el PNV votó en contra de la Ley de Vivienda de Euskadi, que fue aprobada con el apoyo del PSE, EH Bildu y UPyD.
Recientemente, la situación se ha intensificado en Donostia, donde la gestión de la vivienda ha sido objeto de críticas. La falta de políticas efectivas para garantizar el acceso a la vivienda ha generado descontento entre la población, y ambos partidos han sido incapaces de llegar a un consenso sobre cómo abordar este problema. A pesar de que en junio de este año ambos partidos presentaron juntos la Ley de Medidas Urgentes en materia de Vivienda, las diferencias han resurgido, lo que pone en evidencia la fragilidad de su alianza.
### La cuestión del euskera y la identidad cultural
Otro punto de discordia significativo entre el PNV y el PSE es la política lingüística, especialmente en lo que respecta al euskera. El PNV ha denunciado lo que considera un ataque a la lengua vasca por parte de ciertos sectores judiciales, que han anulado las exigencias del euskera en las oposiciones a la administración pública. Esta situación ha llevado a una alianza entre el PNV y EH Bildu en el Parlamento Vasco para proteger el euskera en el empleo público, dejando al PSE al margen de este consenso.
El líder del PSE, Andueza, ha criticado esta postura, argumentando que se deben priorizar los derechos de los trabajadores y ha instado a los jeltzales a buscar consensos en lugar de polarizar la situación. La defensa del euskera es un tema sensible en Euskadi, y las diferencias entre los partidos reflejan no solo una lucha política, sino también una batalla cultural que podría tener repercusiones a largo plazo en la cohesión social de la región.
### Gestión del puerto de Pasaia y el TAV
La gestión del puerto de Pasaia es otro de los temas que ha generado tensiones entre el PNV y el PSE. El Gobierno Vasco busca obtener la gestión del puerto, un aspecto que se enmarca dentro del acuerdo firmado entre el PNV y el PSOE para completar el Estatuto de Gernika. Sin embargo, este movimiento ha sido criticado por los socialistas, quienes temen que Pasaia pierda su estatus de «interés general» en comparación con otros puertos, como el de Bilbao, lo que podría afectar su competitividad.
La consejera de Autogobierno, Maria Ubarretxena, ha defendido la necesidad de descatalogar el puerto como infraestructura de interés general para que pueda ser gestionado desde Lakua, con el objetivo de posicionar a Pasaia entre los principales puertos de España. Esta propuesta ha generado un debate acalorado, evidenciando la falta de acuerdo entre los socios de gobierno sobre cómo gestionar los recursos y las infraestructuras de la región.
Por otro lado, la conexión del TAV entre Euskadi y Navarra sigue siendo una incógnita. La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha denunciado la falta de avances por parte del Gobierno central en la realización de catas necesarias para el proyecto. El Secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, ha respondido que algunos ayuntamientos no están facilitando estas operaciones, lo que añade más complejidad a la situación.
### Un panorama incierto
La creciente lista de desacuerdos entre el PNV y el PSE plantea interrogantes sobre la estabilidad de la coalición de gobierno en Euskadi. A medida que se acercan las elecciones, es probable que estas tensiones se intensifiquen, lo que podría afectar no solo la gobernanza en la región, sino también la percepción pública de ambos partidos. La capacidad de los líderes políticos para encontrar puntos en común y abordar estos problemas de manera efectiva será crucial para el futuro político de Euskadi.