La trayectoria de Ane Santesteban, una de las ciclistas más emblemáticas del ciclismo femenino vasco, llega a su fin tras 17 años de dedicación y esfuerzo. La guipuzcoana, nacida en Errenteria, ha decidido retirarse del ciclismo profesional, un anuncio que ha conmovido a la comunidad ciclista y a sus seguidores. Su última carrera se llevará a cabo este domingo en Eibar, un evento que marcará el cierre de una etapa llena de emociones y aprendizajes.
La decisión de Santesteban de colgar la bicicleta no ha sido fácil. En una emotiva rueda de prensa, la ciclista compartió sus sentimientos y reflexiones sobre su carrera. A lo largo de su trayectoria, ha competido en diversas estructuras, desde Debabarrena hasta Laboral Kutxa-Euskadi, equipo con el que ha cerrado su ciclo profesional. A pesar de no haber acumulado un gran número de victorias, Santesteban ha ganado algo mucho más valioso: el respeto y cariño de sus compañeros y seguidores.
### Un Viaje de Aprendizaje y Compromiso
Ane Santesteban comenzó su andadura en el ciclismo a una edad temprana, sin imaginar que ese primer impulso la llevaría a vivir experiencias inolvidables. En su carta de despedida, expresó su orgullo por haber sido parte de un deporte que ha sido su pasión y su vida. «El ciclismo ha sido mi pasión, mi escuela, mi casa», afirmó. A lo largo de su carrera, ha querido ser un ejemplo para las jóvenes ciclistas, demostrando que hay muchas formas de brillar en el deporte y que cada una es válida.
La guipuzcoana ha sido una defensora del trabajo en equipo, el compromiso y la constancia. En su mensaje, agradeció a todos los equipos que han confiado en ella a lo largo de los años, destacando especialmente a Laboral Kutxa y la Fundación Euskadi, que han apostado por el ciclismo femenino y han abierto caminos para las nuevas generaciones. Su compromiso con el deporte no termina con su retirada; Santesteban ha dejado claro que seguirá apoyando el ciclismo y a las futuras ciclistas.
A lo largo de su carrera, Santesteban ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo problemas de salud que afectaron su rendimiento. En un acto de valentía, decidió compartir su experiencia con la endometriosis, una afección que afecta a muchas mujeres y que, a menudo, se mantiene en silencio. Su testimonio ha contribuido a dar visibilidad a esta enfermedad y ha alentado a otras mujeres a hablar sobre sus propias luchas. «He decidido hacerlo para normalizar y dar visibilidad, y sobre todo, por si puedo ayudar a otras mujeres», comentó en su declaración.
### Un Legado que Trasciende el Palmarés
Ane Santesteban ha sido una figura clave en el ciclismo femenino español, participando en competiciones de alto nivel y representando a su país en eventos internacionales. A pesar de no haber ganado un gran número de títulos, su legado va más allá de las victorias. Su capacidad para inspirar a otros y su dedicación al deporte son cualidades que la definen como una verdadera campeona.
En 2013, Santesteban se coronó campeona de España y logró posicionarse entre las diez mejores en el Giro y el Tour de Francia. Sin embargo, su carrera no ha estado exenta de obstáculos. Una caída le impidió conquistar el campeonato estatal en su última temporada, pero su determinación y espíritu competitivo nunca flaquearon. Su última aparición en un evento importante fue en los Mundiales de Kigali, donde contribuyó al éxito de su amiga Mavi García, quien ganó una medalla de bronce.
La decisión de retirarse en un momento en que aún se sentía competitiva refleja su madurez y su deseo de cerrar un capítulo de su vida de manera consciente. Santesteban ha demostrado que la grandeza no se mide solo por los trofeos, sino por el impacto que se deja en el camino y las lecciones aprendidas. Su despedida del ciclismo profesional es un recordatorio de la importancia de saber cuándo es el momento adecuado para dar un paso al lado.
Ane Santesteban se despide del ciclismo con la satisfacción de haber vivido intensamente cada etapa de su carrera. Su sonrisa, que ha iluminado muchas competiciones, se apagará en la línea de meta, pero su legado perdurará en el corazón de quienes han seguido su trayectoria. La comunidad ciclista no solo pierde a una gran competidora, sino a una persona que ha sabido representar los valores del deporte y ha dejado una huella imborrable en el ciclismo femenino.